El juicio que se está viviendo esta semana en la Audiencia Nacional está aportando novedades en una de las instrucciones más largas y complicadas de este discutido órgano judicial. Se trata de la macrocacusa Tándem, que investiga los trabajos de la policía patriótica y del comisario de inteligencia jubilado del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), José Manuel Villarejo. Esta semana, la sala de lo penal, con la presidencia de la magistrada Ángela Murillo, juzgado la pieza separada número 10 de las más de 40 que tiene el sumario entero. De hecho, es la pieza que sirvió para abrir la causa e imputar Villarejo en las múltiples causas y que juzga el exjefe de la comisaría del CNP al aeropuerto de Barajas, Carlos Salamanca, para recibir dinero en efectivo y suntuosos regalos de un representante de la compañía petrolera estatal de Guinea, Francisco Menéndez.
A pesar de que la presidenta del Tribunal se ergargamella cada vez que se menciona el comisario, exjefe de los agentes encubiertos, a advertir que en esta pieza
El inspector buscaba otras cosas
En su declaración, y arreciada después por su compañero de placa y secretario de los atestados, el inspector en ninguno aseguró que el comisario tenía una «fuente de financiación de efectivo aliena a sus ingresos declarados». En este sentido, subrayó que la relación entre Salamanca y Menéndez, que iba más allá de la amistad con regalos fastuosos y una cuenta corriente por el hijo del comisario por su casamiento de 25.000 euros.
En todo caso, el inspector no escondió que le interesaba una derivada más profunda de este caso, el denominado proyecto King, un operativo de Menéndez en el que contrató los servicios del comisario Villarejo, para favorecer una facción familiar contraria al régimen de Teodoro Obiang en Guinea. Un caso oscuro y turbio en el cual estarían implicados los servicios de información del Estado. De todas maneras, ha enfatizado las irregularidades que ha encontrado en la gestión de Salamanca al aeropuerto. Como ejemplo, ha detallado las entradas por la puerta trasera sin expediente administrativo, como por ejemplo de Pergentino Mba, miembro de la petrolera equatoguineana Gepetrol y vinculado al sobrino político del dictador Teodoro Obiang y la de Sara Blanca Donoso, la suegra del mismo Menéndez. El inspector, pero ha dejado entrever que la clave de vuelta de todo es la Operación King, pero la presidenta no ha permitido el margen.
