La dirección de ERC ha reclamado juego limpio a las diferentes candidaturas de cara al congreso nacional del próximo 30 de noviembre que permitirá renovar la cúpula del partido después de la derrota de las últimas elecciones municipales y autonómicas. “Pediríamos como dirección que todas las candidaturas que se quieren presentar lo hagan desde la proactividad y la positividad”, ha dicho la portavoz del partido, Marta Vilalta, en una entrevista a SER Cataluña, en referencia a la guerra interna que vive el partido.
Vilalta ha lamentado que en la disputa de las últimas semanas entre los afines a la secretaria general, Marta Rovira, y los partidarios del expresidente del partido, Oriol Junquera, se han traspasado “líneas rojas” con “señalamientos y linchamientos personales para querer ganar a expensas de desacreditar al otro”. Hace unos días, Rovira hizo un público uno comunicado durísimo donde acusaba de manera indirecta al sector afín a Junqueras de filtrar información de manera interesada sobre las campañas de la estructura B.

La dirigente republicana, afín a Marta Rovira, ha asegurado que Oriol Junqueras “probablemente” no tendría que volver a liderar el partido porque su momento ha pasado, a pesar de que ha defendido que continuará siendo un “referente” para el independentismo. “Todo el mundo es necesario, pero nadie es imprescindible”, ha añadido. “Al final todo son etapas. Todo el mundo acabará encontrando su lugar y probablemente el lugar de Oriol Junqueras no pasa para continuar liderando el partido, pero esto no lo decido yo, sino la militancia de ERC”.
Vilalta critica la sobredimensión del alcance de las campañas B
La portavoz de ERC ha intentado minimizar el alcance del escándalo sobre las campañas de descrédito que se financiaban desde el partido y ha asegurado que se está mezclando una supuesta estructura paralela dentro de la formación con unas “campañas de activismo” hechas a través de las redes sociales para “acompañar” mensajes oficiales o defenderse de ataques de otros partidos. Vilalta ha explicado que estas “acciones habituales” —que desvincula de los polémicos carteles sobre el Alzheimer de Pasqual Maragall— se han parado mientras dura el proceso de revisión interna.