Hace más de una semana que el director de la Casa de la Generalitat en Perpiñán, Christopher Daniel Person, desató una tormenta en el norte de Cataluña, donde es el delegado de la Generalitat, a raíz de su comparecencia en la Comisión de Asuntos Institucionales del Parlamento. Allí, entre otras cosas, Person alegó que se niega a usar el término “Catalunya Nord” porque hay que mantener la «neutralidad institucional» frente al Estado francés, e incluso aseguró que en el territorio que representa se ha perdido el catalán, que la lengua no se utiliza. Esta intervención, junto con otras decisiones que ha tomado desde que fue nombrado el octubre pasado, han desatado la indignación entre los nord-catalanes, que han enviado cartas al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, para pedir explicaciones y exigir la dimisión de Person, pero el Gobierno lo ha ratificado.

«Que el Gobierno de la Generalitat no nos reconozca es el insulto supremo», manifiesta el presidente de Sí al País Català, Jordi Vera, para resumir el sentimiento que han provocado las palabras del director de la Casa de Perpiñán. Pero advierte que no es solo problema de Person, y señala que el Gobierno y el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, también son responsables. No entiende por qué la Generalitat los «maltrata y los humilla de esta manera». «El Estado francés nos trata bien como ciudadanos, pero como catalanes no somos ni reconocidos ni respetados, y que el Gobierno [catalán] venga aquí y declare que nosotros no existimos es totalmente inaceptable», defiende.

En conversación con El Món, Vera subraya, sin embargo, que «fue más grave la visita del presidente de la Generalitat que las declaraciones del delegado», porque en su visita a Perpiñán hace unas semanas evitó decir en todo momento el nombre del lugar donde estaba. «Esto es barra libre para lo que ha venido después», sentencia. En este sentido, vincula las palabras de Christopher Daniel Person «a las autoridades socialistas» del norte de Cataluña. «En todos los países del mundo, cuando un alto funcionario debe comparecer pasa antes por su administración y le dicen lo que tiene que decir», por lo tanto, según él, «este chico no se inventó lo que dijo». «Este chico transmitió la opinión profunda del Gobierno de Cataluña» porque, según apunta, los socialistas «no pueden entender el vínculo histórico que hay entre el norte y el sur [del Principado]», y también hace notar que todo tiene que ver «con hechos históricos de abandono».

El geógrafo y cronista de Ràdio Arrels Joan Becat, por su parte, manifiesta que las palabras de Person han «provocado esta reacción porque negar que se hable catalán en el norte de Cataluña significa que no pisa el territorio, que ni siquiera ha ido a un partido de la USAP o de los Dragones Catalanes». «Es un idiota», sentencia.

«Person sabe que no dice tonterías como representante del gobierno de Illa»

Becat cree que el director de la Casa de Perpiñán utiliza las mismas palabras que el consejero de Acción Exterior, Jaume Duch, que dijo que las delegaciones actuarían con «lealtad institucional». «Son las mismas palabras, él pensaba en España, pero este también lo hace con Francia», añade. El geógrafo dice que Christopher Daniel Person es «un soldado y hace lo que le dicen», y remarca que en su intervención en el Parlamento no se mostró nervioso porque, a su parecer, «sabe que no dice tonterías como representante del gobierno de Salvador Illa», porque «está aleccionado», concluye.

Brice Lafontaine, exteniente de alcalde y concejal catalanista de Perpiñán hasta el año 2020, opina que las palabras del director de la Casa de la Generalitat en Perpiñán fueron una «especie de traición» porque es «una falta de respeto total para el norte de Cataluña». «Es grave por parte de la Generalitat, que es la institución más importante de los Países Catalanes», y asegura que Person no cumple con el objetivo por el cual se creó la casa. Según Lafontaine, el delegado se limita a dar subvenciones y organizar actos y, en cambio, «no fortalece el vínculo nacional» ni el hecho de «sentirse en el marco común» de los Países Catalanes. «Su trabajo no debería ser decir que somos una administración dentro de otra administración extranjera y damos subvenciones», critica.

Cristopher Daniel Person, en el Parlamento de Cataluña, este jueves / Parlamento de Cataluña

«Que se largue»

Joan Becat, que es uno de los firmantes de la carta al presidente de la Generalitat que pide la dimisión de Christopher Daniel Person, reclama que el director de la Casa de Perpiñán «se largue». De hecho, cree que de momento lo mantendrán, pero no descarta que lo sustituyan una vez pase la presión de la oposición y se calmen las aguas. «No es la primera vez que hace tonterías», dice el geógrafo, que recuerda situaciones como un discurso en francés ante gente que hablaba catalán cuando llegó a la Casa de Perpiñán o la felicitación de Navidad en francés. Para Becat, la «suerte» para el norte de Cataluña es que esta vez lo ha dicho en el sur de Cataluña y «todo el mundo lo ha podido ver en directo». «Espero que esto haga que un día de estos se marche y se ponga alguna persona competente», manifiesta.

Lafontaine también quiere que se destituya al director de la Casa de Perpiñán, pero cree que es necesario aclarar si las palabras y las acciones de Person representan la posición del Gobierno y del presidente de la Generalitat. Es por eso que han enviado una carta a Illa para pedirle explicaciones y un aclaramiento oficial sobre el «posicionamiento político» del Gobierno con el norte de Cataluña. «Me gustaría que lo destituyeran, pero lo más importante es la política. Si es para sustituirlo por otro que hará lo mismo, no soluciona nada», resalta. Vera, en cambio, señala que su partido no ha querido apoyar las peticiones de dimisión de Person porque «no es nadie», y piensan que «el problema es el actual Gobierno». «¿Cómo este partido español y este presidente, que se manifestó contra los independentistas con la extrema derecha española, se pueden relacionar con unos catalanes que son de otro estado?», se pregunta, y muestra «muchas dudas» de que el presidente de la Generalitat lo cese. «Si lo hacen será porque habrá mucha presión, pero este chico defiende la política del PSC», destaca.

Salvador Illa, en la casa de la Generalitat en Perpiñán/QS
Salvador Illa, en la casa de la Generalitat en Perpiñán/QS

¿Esta situación puede afectar a las relaciones entre el norte y el sur?

Vera opina que esta cuestión no afectará las relaciones entre el norte de Cataluña y el sur de Cataluña porque son «pragmáticas». «Es decir, que el papel principal de la Casa de la Generalitat en Perpiñán desde hace tiempo es ser una herramienta de caza de subvenciones transfronterizas. Si no fuera por captar financiación europea para ir de un lado y el otro de la frontera, ya la habrían cerrado», ha subrayado. Becat advierte que si no se releva a Person quizá sí que las relaciones entre norte y sur se resentirán, porque «ahora él será boicoteado», pero está de acuerdo con la carta que firmaron los exdirectores de la Casa de la Generalitat en Perpiñán, que reclama de forma unánime el relevo. «Si continúa así acabará dejando una mala imagen de la Generalitat y dañará todo el trabajo que se ha hecho hasta ahora», resume el colaborador de Arrels. Finalmente, Brice Lafontaine opina que esta situación «ya ha comenzado a afectar» las relaciones entre el norte y el sur. «Cuando todo el movimiento catalanista y otros dirigentes del norte de Cataluña piden un aclaramiento al presidente de la Generalitat, hay un problema sobre las relaciones de confianza», y avisa que «se está rompiendo».

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