La Moncloa asegura que las negociaciones para lograr la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego en la Unión Europea van por buen camino, pero que se necesitará mucha habilidad diplomática para conseguir la unanimidad de los 27 en una cuestión que aún genera muchas dudas entre algunos estados miembros. El secretario de Estado de la Unión Europea, Fernando Sampedro, ha pedido «tiempo» para convencer a sus socios de la petición «legítima, natural y muy normalizada» de oficializar las tres lenguas.
Sampedro ha asegurado que el gobierno trabaja con Polonia, que tendrá la presidencia de turno del Consejo de Asuntos Generales de la UE durante el primer semestre de 2025, para volver a incluir la oficialidad del catalán en la agenda de los 27. Este lunes, Madrid y Varsovia acordaron “dar un paso más” y buscar apoyos para discutir la cuestión. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Alabres, se reunió con su homólogo polaco, Radoslaw Sikorski, y acordaron que los secretarios de Estado se reunirán «próximamente» para continuar las conversaciones.

El precedente poco alentador del irlandés
Desde el gobierno español recuerdan que aprobar la oficialidad de una lengua lleva tiempo y han puesto el ejemplo del caso irlandés, un «precedente» de un idioma que se convirtió en oficial en la UE «muchos años después» de la adhesión de Irlanda. En concreto, el irlandés recibió el visto bueno de los estados miembros en 2005, pero no fue hasta 2022 que se hizo oficial en la práctica por la falta de traductores e intérpretes. «Cada vez los estados miembros entienden más que, de la misma manera que hemos admitido hasta 24 lenguas oficiales en el pasado, no todas lo han hecho en el momento de la adhesión» del estado miembro en cuestión, según ha dicho Sampedro.