El Estado español hace tres meses que tuvo que enfrentarse a una crisis sin precedentes cuando una DANA de las más brutales de los últimos años azotó la Comunidad Valenciana. Con esto ha comenzado un discurso de Navidad en el cual ha esquivado Cataluña tras años de discursos en los que la nación catalana era la protagonista. El Borbón ha asegurado que las personas que murieron por culpa de la DANA «merecen nuestro respeto» y ha pedido «no olvidar el dolor y la tristeza» por el que están atravesando las familias de la Comunidad Valenciana. Esta parte, que ha sido el eje central del discurso del monarca español ha acabado pidiendo «una coordinación mayor y más eficaz de las administraciones» y equiparando las labores hechas por los voluntarios y los bomberos con la hecha por los cuerpos policiales y militares. El discurso ha contado con aspectos clave como las crisis de la DANA y la vivienda, la cuestión migratoria y la inestabilidad internacional.

El Borbón ha querido reivindicar la convivencia -sin especificar entre quién- y ha pedido que se proteja con «diálogo, con altura y generosidad, que siempre debe nutrir la definición de la voluntad común y la acción del Estado». Felipe VI, sin embargo, no ha negado que haya discrepancias en democracia, y ha asegurado que la discusión política es «legítima, pero a veces ensordecedora» y ha pedido que no impida «escuchar una demanda aún más clamorosa: una demanda de serenidad, en la esfera pública y en la vida diaria».

La convivencia, la estrella del discurso

Felipe VI ha pedido a los españoles que reduzcan la polarización política. «Cultivar el espíritu de consenso es necesario para fortalecer nuestras instituciones y para mantener en ellas la confianza de toda la sociedad. Un pacto de convivencia se protege dialogando; este diálogo, con altura y generosidad, que debe nutrir siempre la definición de la voluntad común y la acción del Estado», ha asegurado el monarca del Estado español. El Borbón ha utilizado la figura de los voluntarios por la DANA -sin hacer ninguna mención al papel de Mazón durante la catástrofe- asegurando que «por encima de las eventuales divergencias y desacuerdos, prevalece en la sociedad española una idea nítida de lo que conviene, de lo que a todos beneficia y que, por eso, tenemos el interés y la responsabilidad de protegerlo y reforzarlo» y ha vuelto a interpelar a los políticos -en general- señalando que se necesita «responsabilidad de todas las instituciones para que esta noción del bien común se siga reflejando con claridad en cualquier discurso o cualquier decisión política».

Inmigración y vivienda, los otros aspectos clave para Felipe VI

El Borbón ha querido referirse a otros nuevos ‘problemas’ que afectan a los españoles y ha destacado que «la inmigración es un fenómeno complejo y de una gran sensibilidad social» pero que «las migraciones pueden derivar –sin la gestión adecuada– en tensiones que erosionen la cohesión social». De nuevo, el monarca español ha referido una ‘unidad popular’, ya que un «esfuerzo de integración, que corresponde a todos, el respeto -también de todos- de las leyes y normas básicas de convivencia y civismo, y el reconocimiento de la dignidad que todo ser humano merece, son los pilares que deben guiarnos a la hora de tratar la inmigración».

Felipe VI minutos durante el discurso tradicional de Navidad que ofrece el monarca español | Casa Real

En cuanto a la crisis de la vivienda, el Borbón ha vuelto a pedir un entendimiento entre inquilinos y arrendadores, asegurando que es necesario «que todos los actores implicados reflexionen, se escuchen unos a otros, que se examinen las diferentes opciones y que sea este diálogo el que conduzca a soluciones que faciliten el acceso a la vivienda en condiciones asumibles, especialmente para los más jóvenes y los más desprotegidos», creando un problema en cuanto a la formación de nuevas sociedades, ya que tener una vivienda digna «es la base para la seguridad, el bienestar de tantos proyectos de vida».

En cuanto a la inestabilidad internacional, Felipe VI, ha pedido al Estado español y a los estados miembros de la UE que continúen «defendiendo con convicción y con firmeza, junto con los socios internacionales, las bases de la democracia liberal, de la defensa de los derechos humanos y de los logros en bienestar social sobre los cuales se fundamenta nuestro gran proyecto político» y ha querido reafirmar el concepto de Europa como concepto político de unión «porque Europa —la idea de Europa— es una parte esencial de nuestra identidad compartida, del legado que debemos a las generaciones próximas». Un discurso del monarca español que ha acabado deseando «feliz Navidad» en catalán, euskera y gallego.

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