Dulceida se suma a la lista de famosas catalanas que han acabado trasladándose a Madrid. En su caso, había estado viajando entre ciudad y ciudad una buena temporada hasta el punto de tener un piso en cada una de ellas. Ahora, sin embargo, ha tomado la decisión de escoger establecerse en la capital española de una manera estable. Lo hará con Alba Paul en un piso que han alquilado mientras duren las obras de la casa que se están construyendo a su medida, un proyecto que parece que todavía tardará un par de años. Como era consciente que muchos la podrían criticar por preferir Madrid a Barcelona, ha acabado dando explicaciones a través de su perfil de Instagram.
Ha sido en este escaparate público donde ha explicado qué hay detrás del traslado. Lo primero que ha dejado claro es lo que explicábamos previamente, que a partir de ahora vivirán en un piso de alquiler «mucho más grande» que el que tenían actualmente hasta que acabe la construcción de la casa que han encargado a un arquitecto: «Está en construcción y nos la darán de aquí a mucho de tiempo«.
En Madrid no vivirán solas, puesto que la madre de Dulceida también tiene casa allí: «Tenemos las oficinas de la empresa aquí y, por este motivo, ella tiene que venir mucho». ¿Y qué hará? Quedarse a vivir en el piso en el que estaba el matrimonio hasta ahora: «Es más bonito y está superbién de precio, ¡así que se lo queda ella!». Con el piso que ocupaban hasta ahora en Barcelona han tomado una decisión similar, teniendo en cuenta que han conseguido que se quede con él uno de sus mejores amigos: «Así siempre tendremos nuestro hogar cuando queramos ir a pasar un fin de semana o las fiestas de Navidad».
Dulceida justifica el traslado a Madrid para evitar las críticas
Le han preguntado por qué ha tomado esta decisión tan radical, un traslado definitivo que había estado evitando hasta ahora porque siempre ha dicho que Barcelona es su lugar. ¿Entre los motivos que ha dado? Que el trabajo las ha forzado a dar el paso: «Todo nuestro trabajo está en Madrid. Antes de la pandemia quizás era 70% Madrid y el resto en Barcelona, pero ahora el 100% se encuentra en Madrid».
«Estos dos últimos años he intentado vivir entre las dos ciudades por no dejar Barcelona, pero ha sido un caos. Nunca podía ir a Barcelona y cuando tenía dos días libres o un fin de semana siempre estaba cambiando maletas y no disfrutaba ni en un lugar ni en el otro», reflexiona. Considera que dejar el piso en Cataluña es la mejor opción para poder dejar de viajar con tanta frecuencia.
El cambio de vida la tiene nerviosa, tal como ella misma reconoce. Ahora bien, cuando le preguntan sobre su estado emocional actual tiene claro que todo va muy bien: «Estoy muy tranquila, muy feliz, muy amorosa y sintiéndome muy afortunada por todo. Estoy con la mujer a quien amo, todo mi alrededor tiene salud, trabajo y estoy muy bien rodeada de los de siempre. ¿Qué más puedo pedir?».
