Buenas noticias judiciales para Rafael Amargo. El juez acaba de absolverlo del delito de vender droga desde casa, así que puede volver a estar en libertad después de unos meses en prisión provisional. El coreógrafo siempre había mantenido su inocencia y, finalmente, en el juicio ha podido demostrar que no hay bastante pruebas que lo incriminen como el posible jefe de una organización criminal de tráfico de drogas que creían que había creado. La acusación contra él se queda sin efecto, informan desde la Audiencia Provincial de Madrid.
Pedían nueve años de prisión para él, pero no los tendrá que cumplir. El tribunal considera que, efectivamente, Rafael Amargo es «inocente de los cargos» que le acusaban y, por lo tanto, dictan su absolución. Resulta fuerte que haya estado meses en prisión preventiva por un delito que, como él aseguraba, no habría llegado a cometer. Su imagen pública ha estado muy perjudicada, ya que todo el mundo había dado por hecho que las acusaciones contra él eran reales.
Su defensa hacía días que insistía durante el juicio que los testigos que habían encontrado no eran tan firmes como decían, además que ha acabo siendo importante que la cantidad de droga que encontraron en casa de Amargo eran bastante pequeñas y podría llegar a cuadrar que fueran para su consumo particular.
Rafael Amargo cre, desde el principio, que había una mano negra detrás de su detención
Encarcelado desde el pasado mes de diciembre, no lo ha pasado muy bien allí dentro. Se ha declarado en huelga de hambre y ha asegurado ante el juez que ha intentado sacarse la vida. Desde un principio, Rafael Amargo aseguró que la acusación contra él era ridícula y que respondía en una mano negra. De hecho, llegó a acusar «policías y altos cargos importantes» de ser los verdaderos culpables de una trama que querían ocultar con él como cabeza de turco. Ahora que podrá hablar sobre el tema, habrá que ver si saca a la luz alguna información extra o si opta para mantener su silencio y dejar una pesadilla atrás que lo ha podido perjudicar muchísimo.
