Peyu no acostumbra a hablar de su vida privada en público, pero este fin de semana ha hecho una excepción. Le han invitado a una entrevista un poco diferente en
Antes de entrar en materia, sin embargo, ha sacado a la luz cuándo conoció su novia y cómo empezó la historia de amor: «Ella nació en Barcelona, titular, pero veraneaba en un camping que era propiedad del padre de mi mejor amiga. Hasta los 18 años, ella y sus dos hermanas tenían la etiqueta de
¿Y cómo fue esto? Peyu explica que necesitaban una casa con una escala delante y, curiosamente, la casa familiar de la novia tenía una: «Fuimos ahí a grabar y ella salió. Nos vimos, charlamos y, a partir de entonces, empezamos a quedar y aquí estamos… 18 años hace que estamos juntos. Ahora es más de Osona que yo, al final, es veterinaria y es ella quien sale cada día con las cabras y hace queso. Vive mucho más en la montaña ella que yo».

Peyu explica cómo va el proceso de adoptar un segundo hijo
Desde el mismo momento que Peyu y su novia fueron padres de Arlet en 2018, ya tenían claro que querían un segundo hijo y que lo querían adoptar. Se inscribieron en aquel momento y han tardado cinco años a ver la luz al final del túnel. En principio, este verano tendría que llegar su hermano o hermana.
En esta entrevista, ha explicado que adopta «por convicción«: «Con mi pareja, antes de tener a Arlet, habíamos viajado a África y allá ves a toda aquella pandilla de niños corriendo. En aquel momento surgió la idea que si en algún momento teníamos hijos, tendríamos que adoptar uno. Empezamos el proceso porque creo que es un proceso que también nos puede aportar cosas a nosotros. Al final, un hijo biológico ya lo he tenido y quizás esto forma parte de mi manera de ser que todo tiene que ser nuevo. Ya sé qué es un hijo biológico, probamos otra cosa».
El proceso es muy largo, pero reconoce que para él no ha sido difícil: «Seguramente cuesta mucho más a los familiares como los abuelos porque nosotros no teníamos ninguna prisa. Sé que el niño o niña será un año más pequeño que Arlet por bastante como mínimo, ya que forma parte de la normativa cuando adoptas por una cuestión de roles. También hemos renunciado a niños acabados de nacer. Las chicas que nos hicieron el seguimiento, llegamos a la idea que cuanto más se acerque a la edad de nuestra hija, pues seguramente les haremos un favor a los dos».
Una paternidad que llegará pronto y que supondrá el final de cinco años de espera que pueden ser muy complicados de gestionar.