Emma García es de esas presentadoras que lleva mil años trabajando en primera línea, pero que intenta mantener su vida privada alejada del foco. La vasca sale con Aitor Senar desde hace tres décadas, el gran amor con quien se ha casado y ha tenido una hija. Estas fiestas, ha dejado atrás el hermetismo que mantiene siempre y ha concedido una de sus entrevistas más personales a la revista Lecturas. ¿El resultado? Que hemos acabado descubriendo secretos hasta ahora desconocidos sobre ella.
La vemos cada fin de semana al frente de Fiesta, el magazine de Telecinco. Pero, ¿cómo es cuando no la enfocan las cámaras? Según dice, disfruta de un día a día tranquilo y ahora está contenta porque su hija vuelve a casa por Navidad: «Mi hija viene de fuera y, por eso, este año tengo muchas ganas de estos días». Sobre ella, solo ha dicho que cocina «súper bien» y que le ha costado gestionar que viva lejos: «He tenido que gestionar el síndrome del nido vacío durante mucho tiempo. Tenía claro que la vida de mi hija era suya y nosotros estaremos allí siempre que lo necesite, pero no quiero controlarla. Ahora bien, si le preguntas a ella seguro que te dice que soy muy pesada«.
Emma solo tiene buenas palabras hacia su marido, quien considera que es «fundamental» en su vida: «En mí nunca ha visto a la presentadora famosa, sino a la persona». Se conocieron a los 16 años y, después de un tiempo en el que alternaban estar juntos y separados, finalmente dieron el paso. Ya salían juntos cuando ella quiso ir a Bosnia para cubrir la guerra: «Me apoyó y creo que, si me hubiera dicho que no lo hiciera, me habría dado cuenta de que no éramos compatibles. No somos celosos, tenemos comunicación y sinceridad total. Somos amigos, pareja y amantes. Lo sabemos todo el uno del otro y cuando tengo que compartir algo, siempre lo hago con él«.