Elionor de Borbón continúa su aventura a bordo del buque escuela militar Juan Sebastián Elcano. Su formación como guardiamarina implica pasar unos meses en alta mar, aunque la travesía hace paradas en países estratégicos. La hija de Felipe VI y Letizia intenta adaptarse a la nueva rutina, las guardias nocturnas, las clases y las tareas del día a día que les ordenan los oficiales de la tripulación. Muchas informaciones recogen las dificultades de adaptación de la adolescente y la falta de comodidad, pero en estas paradas en tierra firme, Elionor y sus compañeros tienen cierto descanso. De momento, una simple salida suya a un centro comercial ha desatado una tormenta por la filtración de las imágenes de las cámaras de seguridad del recinto, donde se la ve entrando con los escoltas. Las imágenes no tienen nada de particular, pero por alguna razón han provocado la histeria en la Zarzuela y han obligado a la embajada española en Chile a presentar una denuncia que puede rozar el incidente diplomático. Al margen de esta anécdota o incidente, sin embargo, ¿qué actividades pueden hacer fuera del Elcano?

Comisiones, guardias y excursiones
La tripulación del Elcano y la misma Elionor pueden disfrutar de un poco de tiempo libre cuando están fuera de la embarcación. ¿Pero qué responsabilidades deben tener en cuenta? Una vez los guardiamarinas salen, deben seguir las obligaciones de la comisión. Una lista que indica la actividad que deben hacer en cada puerto, explica la periodista Paloma Barrientos en Vanitatis. Después de realizarla, ya no tienen más responsabilidades y pueden disfrutar de algunas actividades. Según el citado medio, las guardias obligatorias pueden consistir en enseñar la embarcación a los invitados que suban a bordo.

¿Y pueden dormir fuera del barco? La respuesta es que sí, pero para hacerlo deben avisar al comandante de la brigada con una llamada de teléfono antes de las diez de la mañana. Además, es necesario informar del hotel en el que se quedarán. Como a bordo del Elcano no tienen gastos, pueden destinar el sueldo que tienen para pagar sus comodidades, que según revela el citado medio, se acerca a los 2.000 euros. ¿Tienen suficiente para comprarse algunos souvenirs, verdad?
Los pequeños placeres de la vida
Depende de los días que estén atracados en los puertos, destinan más o menos días en los hoteles, para poder disfrutar de los pequeños placeres de la vida, como por ejemplo ducharse sin prisa y con agua caliente. «La embarcación, como navega a vela, está escorada, y dependiendo de qué lado esté, se puede dormir de una manera u otra. La cama del hotel se convierte en un lujo, igual que la ducha y poder controlar la temperatura. Y, por supuesto, dormir sin ruido», explican algunas fuentes cercanas a Vanitatis.
Aunque los establecimientos que suelen elegir son «de categoría superior», los tripulantes del Elcano optan por compartir la habitación con algún compañero, en el caso de Elionor, una compañera. «Una de las razones por las que no sean individuales es que, al estar tan acostumbrados a la compañía, la soledad se lleva mal lejos de la familia».
En los días de descanso también tienen la posibilidad de hacer alguna excursión. En estos seis meses de aventura militar, Elionor pasará por ocho países diferentes, una buena oportunidad para visitar lugares desconocidos y pasar un rato de libertad antes de volver a la vida en alta mar.