Cristina de Borbón es una mujer liberada ahora que, finalmente, ha firmado los papeles de divorcio con Iñaki Urdangarin. Mientras el ex duque de Palma hace su vida con su novia en la casa del Empordà, a ella no hacen más que salirle pretendientes. Su fortuna es considerable, así como la influencia que todavía tiene en determinados sectores. Teniendo en cuenta que también recogerá buena parte del dinero de su padre cuando muera, algunos pueden pensar que es un partido muy y muy bueno.
Pilar Eyre ha estado indagando precisamente sobre este tema y ha descubierto que, efectivamente, son muchos los hombres interesados en
Para justificar esta afirmación, la periodista barcelonesa ha dado detalles concretos con tres anécdotas que lo demostrarían: «Hace poco, asistió a la boda de un amigo y uno de los invitados le pidió su teléfono con insistencia mientras ella se negaba entre risas. En Madrid, en el acto del Comité Olímpico, un caballero atractivo de traje beis no la dejó suela en ningún momento. En un acontecimiento de la Fundación Dalí a Figueres el verano pasado, habló con cierta intimidad y en catalán con un abogado de Girona divorciado que tiene fama de

Cristina de Borbón no quiere tener pareja y se filtra por qué
Ahora bien, ella tiene claro que no quiere volver a tener pareja: «Ha escogido la soledad y rechaza sus pretendientes«, titulan. Cada vez se muestra más contenta y animada en público, del mismo modo que ha empezado a arreglarse más. Sin embargo, en este buen momento vital no quiere sentir a hablar de los hombres: «No tiene novio y tampoco quiere, aunque sus amigas de Barcelona intenten presentarle amigos solteros y deportistas para que rehaga su vida. Ella dice que su vida está muy hecha y que no necesita nada más«.

La hermana de Felipe de Borbón estaría muy contenta con la tranquilidad que siente ahora con su vida en Ginebra con el tercer hijo. Miguel Urdangarin es el único de los cuatro Urdangarin que vive con ella actualmente, quien le hace compañía en esta etapa. La niña no se para y continúa viajando a Cataluña cada quince días, puesto que se ha organizado de este modo para poder acudir a los partidos de balonmano de otro de sus hijos, Pablo Urdangarin. Los hombres insisten, al parecer, pero ella tiene las ideas claras y parece que de momento no la veremos de la mano de nadie.