Los Estados Unidos han denegado el visado a los representantes de Palestina, para que no pudieran participar en la Asamblea General de Naciones Unidas que se celebra esta semana en Nueva York. Obstáculos que el resto de países han logrado salvar, votando a favor de la participación de Palestina a través de videoconferencia. El presidente estadounidense, Donald Trump, tampoco ha participado en la conferencia específica impulsada por Francia y Arabia Saudita para reconocer el Estado palestino. Nada ha cambiado el guion del republicano, que ha responsabilizado a la ONU de «no resolver problemas y a menudo crear nuevos». En una intervención de una hora, el estadounidense ha asegurado que los reconocimientos que se están produciendo de Palestina son una «recompensa» a los «terroristas de Hamás».

La intervención de Trump, alineada con los postulados del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha cuestionado la decena de países –entre los cuales está España, pero también Francia o el Reino Unido– que han dado el paso en las últimas semanas. «En lugar de ceder a las peticiones de rescate de Hamás, los que quieren la paz deberían unirse bajo un único mensaje: liberen a los rehenes», ha manifestado desde la tribuna. Trump se ha situado en el otro extremo, en el lado de aquellos que se han «comprometido» en la negociación por un alto el fuego. Pero, ignorando al ejército de Israel, ha culpado a Hamás de rechazar «reiteradamente» un acuerdo. Trump ha llegado a la Asamblea anual de la ONU después de haber navegado por diferentes propuestas, entre las cuales la de convertir Gaza en un complejo turístico de lujo, y sin haber podido certificar la promesa de erradicar el conflicto.

Un momento de la intervención de Trump en la Asamblea General de la ONU | Kay Nietfeld / dpa / Europa Press

Sobreestimó su influencia sobre Rusia y Ucrania

El estadounidense prometió, en campaña electoral, que pondría fin a la invasión rusa y al conflicto en la Franja de Gaza. Trump tampoco lo consigue al otro lado del Mediterráneo y, en este caso, culpa a Rusia de la eternización de la guerra en Ucrania. El magnate ha reconocido que pensaba que «sería más fácil» resolver el conflicto y ha criticado al Kremlin que la guerra «debería haber sido cuestión de días». Trump ha advertido, a su manera, amenazando con una escalada comercial: «Si Rusia no está preparada para llegar a un acuerdo y terminar la guerra, los Estados Unidos están preparados para imponer un paquete muy contundente de aranceles».

Trump ha pedido al resto de países occidentales, en contraste con los países europeos, que sigan su ejemplo y que ejecuten «las mismas medidas» contra Rusia que impulsan los EE.UU. El presidente ha pedido al resto de regiones que dejen de comprar gas y petróleo a Rusia. «Fue muy vergonzoso para ellos cuando lo descubrí», ha lanzado.

Comparte

Icona de pantalla completa