La Agencia de Naciones Unidas (ONU) para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha condenado el bombardeo ejecutado por Israel contra un campamento de desplazados en la ciudad de Rafah, que provocó al menos 40 muertos. Además, la UNRWA ha recalcado que la Franja de Gaza «es el infierno en la tierra» y que «ningún lugar es seguro». «La información desde Rafah sobre nuevos ataques contra familias que buscan refugio es horrible. Hay informaciones sobre un enorme número de bajas, con niños y mujeres entre los muertos», ha dicho la agencia en X.
«No tenemos establecida una línea de comunicaciones con nuestros colegas sobre el terreno. No hemos estado capaces de confirmar su ubicación y estamos extremadamente preocupados por su bienestar y el de todos los desplazados que buscan refugio en la zona», ha manifestado la agencia de la ONU.
Information coming out of #Rafah about further attacks on families seeking shelter is horrifying.
— UNRWA (@UNRWA) May 27, 2024
There are reports of mass causalities including children and women among those killed.
Gaza is hell on earth. Images from last night are yet another testament to that.
Así mismo, la relatora especial de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, ha subrayado que el bombardeo supone «más horror al gueto de Gaza». Y ha añadido que «la ocupación israelí ha bombardeado un campamento de palestinos desplazados a Rafah, provocando que las tiendas de plástico se incendiaran y quemando a personas vivas, de manera trágica», ha detallado.
«Esta crueldad, junto con el flagrante desafío a las leyes y el sistema internacional, es inaceptable. El genocidio en Gaza no acabará fácilmente y sin presión externa», ha sentenciado Albanese. Además, la representante ha argumentado que «Israel tiene que hacer frente a sanciones, justicia, suspensión de los acuerdos, del comercio, de la asociación y las inversiones, así como de su participación en foros internacionales».
Israel justifica el bombardeo
El Ejército de Israel ha reconocido la autoría del bombardeo y ha argumentado que el objetivo era «un complejo de la organización terrorista Hamás en Rafah, en el cual se alojaban terroristas de alto rango«. «El ataque se llevó a cabo contra terroristas que son objetivos de ataque en conformidad con el Derecho Internacional, utilizando armamento de precisión y basándose en información de inteligencia preliminar que indicaba la presencia de terroristas de Hamás en la zona», ha asegurado el ejército israelí.
Sin embargo, las fuerzas israelíes han reconocido que «a consecuencia del ataque y un incendio que se desató en la zona han resultado heridas varias personas ajenas a los involucrados» y ha afirmado que está «revisando» el incidente. Después de esto, el fiscal en jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ha descrito el suceso como «muy grave» y ha recalcado que hay una investigación en marcha, según ha recogido el diario israelí
Por su parte, el Gobierno de Gaza, controlado por Hamás, ha recordado que las autoridades israelíes «habían designado estas zonas como zonas seguras y había pedido a los ciudadanos y a los desplazados que fueran a estas áreas» y ha abundado en sus denuncias sobre un «genocidio con premeditación» contra la población palestina de la Franja.