El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este jueves por la noche que pedirá a la Cámara de Representantes un paquete de ayuda “sin precedentes” para Israel y Ucrania. En un discurso especial desde el despacho Oval, Biden ha vinculado el futuro de los dos conflictos y ha asegurado que el envío de armas y ayuda financiera permitirá que las tropas estadounidenses puedan mantenerse lejos del campo de batalla. A pesar de que Biden no ha dado cifras, se espera que anuncie un paquete de ayudas de hasta 100.000 millones de dólares para ambos países. El principal obstáculo en los planes del presidente demócrata es que el Congreso continúa sin presidente por las luchas internas del Partido Republicano, que tiene mayoría en la cámara, y hasta que no se escoja uno nuevo no se puede aprobar ninguna ley.

Soldados israelíes desplegados en Cisjordania por una protesta por los ataques en Gaza / Europa Press/Contacto/Nasser Ishtayeh

Para comprender la magnitud del nuevo paquete de ayuda de 100.000 millones que podría pedir Biden en el Congreso, solo hay que ver las cifras de la asistencia militar y financiera que EEUU han enviado a Israel y Ucrania hasta ahora. Tel Aviv es el principal receptor de ayuda militar de EEUU desde la Segunda Guerra Mundial, con un total de 158.000 millones de dólares, según el Servicio de Investigación del Congreso estadounidense. Solo este año ha recibido 3.800 millones de dólares. En cuanto a Ucrania, Kyiv ha recibido más de 75.000 millones de dólares en asistencia, según el Instituto de Economía Mundial de Kiel (Alemania), a pesar de que en este caso la cifra tiene una pequeña trampa: buena parte del dinero corresponden a armas y equipo militar antiguos o fuera de uso que se han contabilizado como si se acabaran de comprar.

Derrotar Hamas y Putin, un objetivo común

En su discurso, Biden ha declarado que el nuevo paquete de asistencia ayudará a derrotar a los “terroristas de Hamás” y al “tirano Putin”, a quien ha acusado de querer acabar con la democracia. “Hamás y Putin representan amenazas diferentes, pero tienen esto en común: ambos quieren aniquilar por completo a una democracia vecina, aniquilarla por completo”. El presidente estadounidense ha vuelto a separar al grupo islamista de la población palestina y ha reclamado una solución de dos Estados para acabar con el conflicto. También ha exculpado a Israel del trágico bombardeo en un hospital de Gaza que ha matado a centenares de personas y ha provocado una oleada de protestas en Oriente Medio y el Norte de África. “Estoy consternado por la trágica pérdida de vidas palestinas, incluida la explosión en el hospital de Gaza, que no fue obra de los israelíes”.

Zelenski durante una visita en el frente en Járkov / Presidencia Ucrania

El movimiento de Biden de anunciar un paquete de ayuda conjunto para Ucrania e Israel tiene una doble lectura: por un lado, intenta presionar al Partido Republicano, cada vez más reacio a enviar a armas a Kyiv, pero que se ha mostrado menos beligerante con Tel Aviv. Al mismo tiempo, el presidente estadounidense intentar hurgar en la política de alianzas de Vladímir Putin, que en los últimos meses ha reforzado los vínculos políticos y militares con Irán, a quien compra de manera regular armas como drones y misiles. El régimen de Teherán es un enemigo declarado de Israel y, por lo tanto, el conflicto en la Franja de Gaza puede llevar al límite las relaciones entre Tel Aviv y Moscú. Putin es de los pocos líderes mundiales que no ha llamado a Benjamin Netanyahu para condenar el brutal ataque de Hamás en el sur del país, que ha dejado más de 1.400 muertos.

Biden ha hecho un alegato a favor de la paz en el Oriente Medio y ha exigido a Tel Aviv que cumpla con las leyes de la guerra y permita la entrada de la ayuda humanitaria a la Franja Gaza. “Por difícil que sea, no podemos renunciar a la paz”, ha dicho en su mensaje a la ciudadanía del país. “No podemos renunciar a una solución de dos Estados porque Israel y los palestinos merecen por igual vivir en seguridad, dignidad y paz”. También ha tenido palabras para la guerra en Ucrania, que en las últimas semanas ha entrado en una fase de estancamiento, y ha insistido que hay que ayudar al gobierno de Volodímir Zelenski para evitar que Rusia los elimine. “Kyiv continúa en pie por la ayuda de la coalición que lideran los EE. UU.”, ha recordado. “Tenemos divisiones [en referencia a los republicanos, que quieren recortar la ayuda militar], pero tenemos que superarlas”.

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