Avui Joc de Trampes…#JocDeCartes3Cat
— Confraria de Pescadors SEDR (@Confradia_SEDR) January 3, 2024
Casa Bartra, los ganadores de un Joc de cartes polémico
El primero restaurante que han visitado es Casa Bartra, con un espacio que todos aplauden porque está decorado con gusto y es elegante. Como representante tenían a Maria Hernando, gerente y familiar de los fundadores de este local que se encuentra dentro de un hotel. Le han encontrado cositas, por eso, ya que creen que la decoración estaba demasiado recargada. Ha sido aquí donde se ha vivido un primer momento curioso cuando una de las participantes han querido comer una magdalena que se ha encontrado por allí antes de comida. Después, rápidamente se ha dedicado a criticar que hubiera migajas de pan adentro de la tostadora. La cocina, grandecita, les ha gustado porque está limpia y aseada.
Los platos tenían buena pinta, aunque ha habido críticas a algún plato un poco

El Rincón de Ani, con una carta en catalán llena de errores
Ani Dorneanu es la propietaria romana de El Rincón de Ani. En Cataluña desde 2002, ha presumido de tener un restaurante muy decorado. No han gustado que todas las plantas fueran artificiales y que los cubiertos no fueran todos iguales, pero la cocina ha recibido muchos aplausos. Una vez en la mesa, todos se han reído al encontrarse la carta traducida en el catalán con un montón de faltas. Entre ellas, la mala traducción de
El tártar les ha decepcionado: «Este es un plato que normalmente me lo acabo y aquí no he sido capaz de hacer más de dos bocados«. Por otra banda, han aplaudido que las patatas fueran caseras, pero han acusado la escarola de ser de bolsa. El chef lo ha reconocido, pero dice que no ve el problema. Precisamente él ha acabado teniendo su momento de gloria, puesto que se ha destacado que sea muy parecido físicamente con el actor Dani Rovira. En las redes, esta comparativa ha hecho mucha gracia.


El precio ha recibido malas notas, ya que lo han encontrado caro por la poca elaboración y los ingredientes del plato: «Aquella ensalada no tenía nada que justificara el precio de 12 €». Al final, la nota mediana ha sido de un 6. ¿Lo mejor? El espacio, valorado con un 7, mientras que el peor ha sido la comida y el precio con un 5 respectivamente. La chica ha recibido muchas críticas cuando, algo más adelante, ha soltado un «Creo que están celosos de mi éxito» que no se ha entendido en las redes sociales.
El Crank, con la cocina sucia y un jefe de cocina diferente
Después ha llegado el turno de El Crank, un restaurante tarraconense que ha convencido porque tiene un espacio pequeño «muy bien aprovechado» y «muy decorado». La cocina la han encontrado sucia y con malos olores, hasta el punto que la chica rumana ha tenido una pequeña arcada: «Quién limpie aquí, no lo hace con ganas«. ¿Lo que más rabia ha hecho a los rivales? Que la propietaria fuera muy exigente en los restaurantes de los otros, mientras que ella también tiene migas en la cocina y suciedad.
En cuanto a la comida, ha recibido valoraciones bastante positivas. Ahora bien, rápidamente se han dado cuenta de que había algo que no encajaba. Marc Ribas se ha indignado porque ha cmprovat que el equipo de cocina era el d’El Taller, otro restaurante: «A quien veo yo es el jefe de cocina de un otra restaurante que conozco. ¿Hoy está jugando otro equipo aquí?«. Al ir hacia la cocina, el chico le ha reconocido que sí que se trata del mismo que conoció en otro programa. Ha intentado justificar que también trabaja en este restaurante: «Normalmente, en el


El arroz lo han encontrado bueno, aunque le han encontrado poco de gusto. La pinta de los platos, pero, ha sido la mejor en comparación a todo el resto. Lo han puntuado con una nota mediana de un 6, con un suspenso a la cocina con un 4,3 y un empate en el servicio y el precio a 6,7.
Octopussy, castigados por las trampas en el equipo de cocina
A lo largo de todo el programa, el relaciones públicas del programa Raül Cid ha ido recibiendo críticas porque se hacía más y más evidente que no hace mucho que trabaja en el restaurante. Ha reconocido que no sabe cocinar, que tampoco sirve los platos o que no sabe recomendar un vino: «¿Qué haces allí, tú? Me ha dado la impresión de que le han pagado solo para que viniera hoy al programa y hablara en nombre de alguien. Es marketing», ha dicho una rival.
Una vez en este restaurante, se han escuchado alabanzas a la decoración extravagante con un pulpo gigante en el techo porque pega mucho con el nombre del local. Ahora bien, que las mesas sean de plástico ha hecho bajar los puntos que había ganado inicialmente. Tampoco han encontrado muy bien puestas las mesas y han tenido una pequeña discusión en cuanto al protocolo de la colocación de los cubiertos. En la cocina, muy grande, han visto maquinarias muy buenas y muchos fogones.

Se han visto los cocineros preguntando dónde estaban las cosas, lo que ha hecho sospechar que quizás no son quienes trabajan habitualmente. Tampoco se acaban de creer que el relaciones públicas tenga esta actitud con todos los clientes siempre: «Tienes que ser cordial, pero no puedes tratarlos cómo si fueran amigos tuyos de toda la vida».
Marc Ribas se ha acercado a la cocina para interrogar al jefe de cocina, que no hablaba catalán, y que le ha costado decir cuánta gente sirven diariamente. El presentador le ha acusado de mentir porque cree que no trabaja realmente, que lo han contratado a propósito para la grabación del programa: «Yo he visto un cocinero que no me cuadra porque va vestido de manera diferente al resto y que no sabe a cuántas personas sirven el fin de semana«.
La nota mediana que ha recibido de las compañeras ha sido de un 6,1, con la mejor valoración para la cocina con un 7. En cambio, el precio no ha convencido y se ha quedado en un 5.

La confrontració final, con tensión y malas notas
Han empezado analizando las notas de Casa Bartra, con un 6,3 de valoración. La propietaria ha lamentado que los otros no hayan valorado bien la comida y el precio, sobre todo porque ha insistido que las patatas y la alcachofa eran frescas: «Trabajo muchos años en el sector y mucha gente me han dicho muchas cosas, pero que juzguen una calidad que tengo contrastada… pues no le doy importancia».
Ani de El Rincón de Ani se ha sorprendido al ver que tenía una nota más baja que la rival. En la comida tiene una media de un 5 y ella rápidamente ha tenido claro que había sido Maria quién le había suspendido. Aquí se ha visto muy mal rollo entre María y laAni, que se han dedicado unos cuantos zascas: «Ponerme un 3 porque ha visto la ensalada de bolsa y porque no le pregunté si quería más picante el tártar… Lo encuentro injusto«. ¿Otra frase polémica? Cuando Ani ha reconocido que no le hacía gracia que dijeran que tiene muchos trabajadores: «Mira, ellos están muy bien pagados… más de lo que tendrían que cobrar».
Meritxell ha tenido un 6 de nota mediana, pero no le ha gustado el suspenso en la cocina: «Trasladaré estas críticas a la limpieza, yo no me encargo». En este punto, Marc Ribas ha criticado que contrataran al jefe de cocina de otro restaurante para aquella grabación: «¿Os parece bien que nos cocine el cocinero no oficial?».
Todas han coincidido al destacar, después, que no acaban de entender la tarea del relaciones públicas de la Octopussy, Raül: «Dudamos que trabaje allí habitualmente«. Una de ellas, que había trabajado en su restaurante durante un mes, ha dejado claro que no lo había visto nunca: «Paso cada día y nunca lo he visto». A él lo que le ha sorprendido es la nota baja que ha recibido la comida, pero Marc Ribas ha insistido en que allí había cosas que no cuadraban: «He ido a la cocina y he detectado que teníais un cocinero que no es trabajador habitual. Le he hecho preguntas que no me ha sabido responder. En mis votaciones, esto lo he penalizado». El otro se ha intentado justificar diciendo que encuentra normal pedir ayuda «para intentar mejorar».

La ganadora ha sido la propuesta de Casa Bartra, que ya ocupaba la primera posición del ranking. También ellos se llevan la puntuación extra para el plato estrella, la coca fullada con pimientos escalivats y ventresca. La puntuación de Marc ha hecho que El Crank se ensartara hasta el segundo lugar, ya que le ha gustado mucho todo lo que ha podido comer.
Marc Ribas puntúa con un 0 la comida de un restaurante como castigo
Lo más fuerte ha estado que el presentador puntuara con un 0 la categoría de comida de Octopussy, a quienes ha castigado por haber contratado un equipo de cocina diferente al que tienen normalmente porque considera que esto es hacer trampas. Pocas veces se había visto esta puntuación por parte de Ribas, quien acostumbra a puntuar con notas más bien altas.

Con todo, un programa intenso que ha recibido muchísimos comentarios a través de las redes sociales. ¿La crítica más generalizada? Que creen que también tendría que haber penalizado el otro restaurante, el de Meritxell, en el que se han encontrado con el cocinero de otro restaurante.