El periodista de la ACN Bernat Vilaró, que también había trabajado en El Món, y el jefe de política de RAC1, Adrià Santasusagna, han escrito a cuatro manos el libro L’esquerda republicana. ERC, entre la resistència i la negociació. Crònica dels dies que ho van canviar tot (La Campana). Elaborado a partir de unas sesenta entrevistas, repasa los últimos años de Esquerra Republicana y desgrana los motivos del estallido de la crisis interna que se desencadenó tras los malos resultados electorales del último ciclo. En conversación con El Món, Vilaró advierte que, después del convulso congreso nacional de este año, la grieta se ha cerrado en falso. En este sentido, avisa que unos malos resultados en las elecciones municipales de 2027 pueden “reabrirla y hacerla más grande”. Y si el presidente del partido, Oriol Junqueras, no consigue su objetivo de ser presidente de la Generalitat «puede empujar a los críticos a alzar la voz”. Pero también está por ver qué pasa si ERC aprueba los presupuestos de Salvador Illa y también está pendiente saber cómo cristaliza el acuerdo con los socialistas por la financiación singular. “La grieta se ha cerrado en falso y veo complicado que en los próximos años pueda cicatrizar”, alerta Vilaró.

El coautor del libro detalla que para entender todo lo que ha pasado internamente en ERC hay que remontarse a finales de 2017, cuando Junqueras entra en prisión. A partir de entonces, el partido se fue reestructurando para hacer frente a la represión, algo que para Vilaró es clave: “Sí que determinadas decisiones, los malos resultados electorales y las desconfianzas han sido la causa en parte, pero quien provoca la grieta es el Estado”. “La grieta de Esquerra es una victoria del Estado español a partir de la prisión y el exilio y también hay una represión más invisibilizada, que es el miedo de muchos dirigentes, cargos políticos, asesores, también sacudidos por la represión”, destaca. Así, la prisión y el exilio complican la comunicación entre Marta Rovira y Oriol Junqueras, pero el punto de inflexión que acabará rompiendo el tándem que había dirigido la formación republicana con mano de hierro desde 2011 se produce, según detalla el periodista, coincidiendo con la salida de prisión de Junqueras.

“Cuando Junqueras sale de prisión, empieza a ver que el partido y todo el engranaje funciona bien sin él”, expone, y detalla que cuando tiene permisos –y después con el indulto– va a reuniones presenciales en Calàbria “ve que todo va en marcha y que él, de alguna manera, ya no es imprescindible”. Para él, este es el momento en el cual “empieza a tomar un poco de distancia, ya no con Marta Rovira, sino con el presidente Aragonès”. En este sentido, destaca que Aragonès y Junqueras mantienen reuniones periódicas en el Palau y, según el coautor del libro, el entonces jefe del ejecutivo catalán “ve que Junqueras está incómodo porque todos se dirigen a Aragonès como presidente”. Una situación que a Junqueras “le choca porque considera que el presidente debía ser él”. “Por eso se empiezan a formar estos bandos, pero al principio no es contra Marta Rovira, sino unas desavenencias de Junqueras, primero de todo, con el Palau”, destaca Vilaró. Y señala que también tienen una responsabilidad en los hechos la “influencia de los entornos” de los tres actores principales de la grieta.

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, amb Oriol Junqueras, Dolors Bassa i Raül Romeva, durant la manifestació de l'ANC per la Diada 2021 / ACN
El president de la Generalitat, Pere Aragonès, amb Oriol Junqueras, Dolors Bassa i Raül Romeva, durant la manifestació de l’ANC per la Diada 2021 / ACN

“Junqueras no encuentra ni la Cataluña que esperaba, ni el partido que esperaba”

Por otro lado, Vilaró también apunta que hay que tener en cuenta que Junqueras cuando sale de prisión “no encuentra ni la Cataluña que esperaba ni tampoco el partido que esperaba”. “A él le han hecho creer, o él cree, que cuando salga de prisión casi le pondrán una alfombra roja, y, en cambio, se encuentra un país que no diré que ha pasado página, pero que está en otro escenario”. En este sentido, además de la pandemia, Junqueras se encuentra con un país que ha “virado”: “Aragonès es presidente y hay un giro más hacia el eje social que hacia el nacional. Además, en la Diada de 2021 hay gente que le abuchea por la calle. De hecho, él tiene que irse por eso”. En esa misma escena, apunta, se produce “un segundo choque” cuando se da cuenta de que los equipos de los Mossos y de seguridad a quienes protegen no es a él sino al presidente de la Generalitat.

La pugna por ser candidato a la presidencia de la Generalitat: “Junqueras se enfada”

La tensión interna estalla con la decisión que debe tomar el partido para decidir quién será el próximo cabeza de lista en las elecciones. El libro relata que durante el otoño de 2023, Esquerra estaba negociando con el gobierno español la ley de amnistía, lo que podía suponer una oportunidad para que Junqueras dejara de estar inhabilitado y pudiera presentarse a unas eventuales elecciones catalanas. Unos comicios que, en un principio, estaban previstos para febrero de 2025, aunque finalmente Aragonès las adelantó a mayo de 2024. En ese momento, el presidente de la Generalitat era Pere Aragonès y la amnistía aún no había llegado, y por eso cobraba fuerza la idea de que Aragonès repitiera como candidato a la Generalitat, pero Junqueras mostraba su voluntad de ser candidato. Vilaró detalla que Rovira se da cuenta de que Junqueras “coquetea con esos ánimos de ser candidato, aunque aún no se le ha aplicado la ley de amnistía, pero ve que Aragonès quiere continuar siendo el candidato, y que sería extraño no presentar a Aragonès como candidato”.

Paralelamente, Junqueras y Aragonès mantienen contactos a menudo, pero cuando “Aragonès le saca el tema, Junqueras lo esquiva”. Y es en este momento, según detalla Bernat Vilaró, que Rovira interviene y mantiene reuniones en Ginebra con Junqueras y Aragonès, por separado, cada quince días. Pero en diciembre de 2023 “ya los llama a los dos a la vez”. Hasta entonces, Rovira no había tomado partido e intentaba hacer de mediadora para encontrar una solución pactada, pero a finales de diciembre, en una reunión entre los tres, el líder republicano pidió a su número dos que se posicionara y ella lo hizo a favor de Aragonès. Aun así, deja la puerta abierta a hablar de nuevo si Junqueras es amnistiado y le retiran la inhabilitación. “Rovira no se posiciona a favor de él y aquí Junqueras se enfada”, apunta el periodista, y recuerda que el Consejo Nacional de enero de 2024 confirma a Aragonès como cabeza de lista. A pesar del anuncio oficial del candidato de ERC, Junqueras no daba por perdida la batalla y, «tanto por el territorio como con periodistas de Madrid iba insinuando aquello de ‘ya veremos si Pere será el candidato, que yo también quiero serlo’”.

Marta Rovira y Oriol Junqueras conversando telemáticamente en un acto de Esquerra (ACN)

Los malos resultados electorales y una propuesta electoral de Junqueras: el fin del tándem

Por otro lado, la decisión de Marta Rovira de dimitir tiene un peso relevante, pero la dirigente cree que no debe hacerlo sola y que Junqueras también debe dar el mismo paso, y así se lo hace saber. Con los malos resultados de las elecciones municipales de 2023, la entonces número dos de ERC decide por primera vez que debe dimitir porque intuye que el ciclo electoral será malo. “Antes de las elecciones españolas de julio de 2023, Junqueras ya sabe que Rovira cree que ambos deben dimitir”, afirma Vilaró, pero el entorno de la secretaría general le quita de la cabeza la idea de hacerlo en ese momento. No obstante, al día siguiente mismo de las elecciones españolas, Junqueras llama a Rovira y le dice que “hay gente en la sede de Esquerra que cree que el partido no se puede dirigir desde Suiza”. Entonces, Marta Rovira le recuerda que hace dos meses le había dicho que dimitieran. “Junqueras no quiere ni oír hablar de la idea de que él esté incluido en esta operación de asumir responsabilidades, aunque sí que le podría venir bien que Rovira dimitiera, porque cree que así nadie pediría su cabeza, y que solo con el paso de ella ya sería suficiente”, apunta.

La dimisión de Marc Colomer como director de comunicación del partido —finales 2023– es otro momento que empuja a Rovira a dimitir, pero le piden que no lo haga. La gota que colma el vaso es la propuesta de lista electoral que hace Oriol Junqueras: “Es cuando ve que esta alianza entre los dos ya no tiene recorrido”. La propuesta que planeaba Junqueras para el 12-M de 2024 era una lista encabezada por Pere Aragonès, con nombres de salida del entorno del líder del partido como el exconsejero Joan Ignasi Elena, y otros nombres como, por ejemplo, Gabriel Rufián o la periodista del corazón Laura Fa. En cambio, dos miembros de la dirección actual del grupo parlamentario, Josep Maria Jové y Esther Capella, no estaban en lugares de salida.

La crisis interna se evidencia con la trama B

La crisis interna se hizo pública cuando se supo que los carteles polémicos que jugaban con el Alzheimer y las figuras de los hermanos Ernest y Pasqual Maragall habían sido un ataque de falsa bandera a partir de una estructura ‘B’ del partido, y el libro repasa este y otros episodios. Concretamente, detalla que el entonces director de comunicación del partido, Tolo Moya, propuso durante la campaña de las elecciones municipales de Barcelona “llenar la ciudad de cucarachas vivas” para evidenciar que el gobierno municipal, entonces liderado por Ada Colau, tenía la ciudad muy sucia, aunque finalmente se descartó esta idea. También se descartó hacer un ataque de falsa bandera contra el candidato de Junts a la alcaldía de Barcelona, Xavier Trias, porque podía tener un “efecto rebote” favorable al candidato de Junts.

Imatge del ninot de Junqueras penjat a Sant Vicenç dels Horts el 2019
Imagen del muñeco de Junqueras colgado en Sant Vicenç dels Horts en 2019 / Archivo

Pero los dos periodistas autores del libro, señalan que, como la grieta, el caso del muñeco con la cara de Junqueras en Sant Vicenç dels Horts se ha cerrado en falso. A pesar de saber que la acción viene desde dentro del partido y que se vincula con una pintada contra el líder de ERC que se hace antes en la sede nacional del partido, Vilaró opina que “hay una voluntad de la dirección de cerrar en falso el tema, o de no acabar de esclarecerlo, porque en Calàbria sí que hay cámaras de vigilancia y sí que hay personas que ven aquellas imágenes e identifican a la persona que hace la pintada y reconocen que es una persona de las JERC”.

Un libro que no está ni a favor ni en contra de nadie

Finalmente, Bernat Vilaró deja claro que “no es un libro contra Oriol Junqueras ni contra Marta Rovira, ni a favor de Oriol Junqueras ni a favor de Marta Rovira”. “Es un trabajo periodístico que hemos hecho a lo largo de los últimos meses. Hemos entrevistado a más de sesenta personas. Hemos querido hablar con todos, y casi todos, diría que un 95% de la gente a quien lo hemos pedido, ha querido hablar”, expone. Y apunta que en el libro hay cosas que a “Junqueras le pueden gustar y seguro que hay que no gustarán, pero lo mismo que le puede pasar a Rovira, a Aragonès, a Marta Vilalta» o a cualquiera de los protagonistas de esta historia de ruptura de un tándem que dirigió ERC hacia la presidencia de la Generalitat.

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