El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha anunciado que ha encargado al Centro de Investigación en Sanidad Animal (IRTA-CReSA) de Bellaterra que realice una auditoría de las instalaciones y una revisión de los protocolos de los «no más de cinco centros» que investigan con el virus de peste porcina africana y que se encuentran en el radio de 20 kilómetros afectado por el brote. El laboratorio que realizará la auditoría es uno de los que la Comisión Europea señala como posible origen del brote. La Generalitat espera que expertos del Ministerio de Agricultura y de la Comisión Europea puedan sumarse a la investigación interna abierta por el IRTA. «No se descarta nada, pero tampoco se confirma nada», ha insistido el presidente.
El anuncio lo ha hecho desde el centro de mando avanzado del dispositivo de contención, en la sede del Cuerpo de Agentes Rurales en la Finca de Torreferrussa, en Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Occidental). Este viernes ya se abrió una investigación complementaria porque las analíticas de los jabalíes muertos han revelado que el virus encontrado en Cerdanyola del Vallès es «muy similar» al que se utiliza en «infecciones experimentales» en laboratorios.
Asimismo, Illa ha ampliado a 55 granjas y 80.000 cerdos la afectación de las restricciones a la exportación de carne, ya que por precaución se han incluido todas las explotaciones que se encuentran en los términos municipales marcados aunque técnicamente estén fuera del radio de 20 kilómetros. La semana comenzarán a sacrificar animales «perfectamente comerciales, están todos analizados y son todos libres de enfermedades», según la Federación de Cooperativas Agrarias de Catalunya (FCAC) y la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), y que se venderán preferentemente al resto del estado español, que no ha impuesto restricciones internas a la venta. «El consumo de carne es seguro», ha reiterado Illa.

Blindaje total de la zona de exclusión
Un millar de efectivos de diferentes cuerpos de seguridad y de emergencias vigilarán estos días el perímetro de la zona infectada para contener el brote de peste porcina africana declarado en Cerdanyola del Vallès. El grupo de orden está coordinado por los Mossos d’Esquadra, que han desplegado un dispositivo especial para controlar los 79 puntos de acceso a la zona de exclusión, fijada en 20 kilómetros alrededor desde el punto donde se encontró el primer jabalí infectado. Desde entonces, hasta 13 jabalíes muertos han dado positivo, pero todos situados dentro del radio de infección de seis kilómetros.
Los agentes que controlan los accesos a la zona, que incluye hasta 91 municipios después de que la Comisión Europea decidiera incluir una quincena de poblaciones más en la zona infectada, no han puesto ninguna multa por incumplimiento de las restricciones, según ha explicado el Intendente Francesc Parra en una atención a los medios desde Terrassa, que se ha felicitado “por el cumplimiento hasta ahora ejemplar de la población”. Parra ha hecho un llamado a mantener “todas las medidas de seguridad” para evitar que el brote de peste porcina se expanda, ya que se trata de un virus que se “contagia muy rápidamente”.
Los Mossos recuerdan que hay “excepciones” a las restricciones de acceso, como pueden ser las actividades de interior o para ir a bares y restaurantes dentro de la zona infectada. Con todo, ha recordado que el acceso “se debe hacer por las vías habilitadas”, es decir, carreteras y caminos.
