Los Mossos d’Esquadra detuvieron el pasado 28 de octubre a dos hombres como presuntos autores de un delito contra el patrimonio histórico por robar tesoros del fondo del mar. La Policía de la Generalitat detalló en un comunicado que las detenciones se efectuaron tras localizar a los dos hombres expoliando el fondo marino con detectores de metales submarinos en una zona con valor arqueológico del litoral de Tarragona.
Efectivos de la policía marítima que se encontraban patrullando detectaron a una persona con neopreno dentro del agua y se acercaron para saber qué tipo de actividad estaba realizando. El hombre hizo caso omiso de la indicación de los agentes para salir del agua, y fue entonces cuando se alertó a la embarcación de la Unidad de Policía Marítima. La embarcación policial se aproximó y el hombre salió del agua llevando un detector de metales, y los agentes lo acompañaron a su vehículo para revisar la documentación. Allí encontraron a un segundo hombre que al llegar los policías intentó esconder una bolsa.
La Unitat Central de Patrimoni històric i la Policia Marítima van detenir dues persones per espoliar un punt del fons marí amb alt valor arqueològic d'una platja del Tarragonès.
— Mossos (@mossos) November 15, 2025
Els intervenim eines i objectes i inspeccionem la zona.
Ens coordinem amb @macarqueologia pic.twitter.com/yxzzzL9XyI
Expoliando los restos de una embarcación hundida no documentada
Dentro de la misma había piezas provenientes del fondo marino como anillos, 46 monedas, escudo de cobre y otros metales que podrían tener valor arqueológico y dentro del coche los agentes encontraron un segundo detector de metales y herramientas para recoger objetos de la tierra. Posteriormente, efectivos del Área Marítima realizaron comprobaciones desde el mar en el punto donde se encontraba el buzo y identificaron restos y vigas de madera correspondientes a una embarcación hundida no documentada, por lo que los investigadores piensan que los detenidos estaban expoliando una zona cercana a un yacimiento protegido.
Según investigaciones anteriores, los detenidos conocían la normativa contra el expolio subacuático y, al menos uno, había sido investigado anteriormente por hechos similares. La investigación policial continúa abierta, ante la posibilidad de existencia de otros grupos especializados en esta materia, y el Centro de Arqueología Subacuática de Catalunya (CASC) ha iniciado un estudio científico de la zona para determinar su valor patrimonial.

