El Parkinson es una de las enfermedades con más incidencia al mundo occidental y, de hecho, es también una de las que aumenta más rápidamente. Según la Organización Mundial de la Salud, en los últimos 25 años se ha duplicado la cifra de afectados y se espera que se triplique en los próximos 30. En este marco, combatir el Parkinson con investigación y nuevos tratamientos se ha convertido en una prioridad y Cataluña se está convirtiendo en un referente en la investigación contra esta patología neurológica.
En las próximas semanas, Cataluña será el centro internacional en investigación y difusión de esta enfermedad y acogerá tres importantes acontecimientos. Primeramente, el Congreso Internacional de Parkinson, que se celebrará del 4 al 7 de julio y que congregará los neurólogos más prestigiosos de todo el mundo, además de una representación de afectados por la enfermedad. Solo un día después, el 8 de julio, el HeBA Meeting (por las siglas de Healthy Brain Aging, en inglés), reunirá los investigadores con más pericia en este ámbito para situar Cataluña en el mapa de la vanguardia en investigación sobre el Parkinson. A banda, la Associació Catalana por el Parkinson, que hace acciones de carácter internacional, organizará varios acontecimientos deportivos para conseguir la financiación necesaria para encontrar una cura en una patología que cada vez afecta más gente a causa del envejecimiento de la población.
«Somos relevantes por la tradición en investigación sobre Parkinson y Alzheimer»
El director de la Unidad de Parkinson y Trastornos del Movimiento del Hospital Clínico, Eduard Tolosa, explica en declaraciones al Mundo que Cataluña tiene una gran tradición en investigación sobre el Parkinson y esto es el que ha hecho que se escoja la ciudad como referente en la investigación contra esta enfermedad. «Siempre hemos estado relevantes en este aspecto. El año 2000 ya acogimos un congreso muy importante y este año hemos vuelto a postular para celebrarlo aquí, donde hay una gran tradición de investigación productiva», explica Tolosa.
El doctor, que cuenta con más de cuarenta años de experiencia, apunta que actualmente los esfuerzos se están centrando a encontrar una estrategia que frene, pare o evite la aparición de la enfermedad. «Nos tenemos que concentrar en la fase más inicial de la enfermedad y buscar indicadores que nos muestren que está a punto de empezar. El diagnóstico preclínico es clave para poder avanzar en la prevención del Parkinson», señala el doctor.
Tolosa reclama más financiación para investigar enfermedades que afecten un gran porcentaje de la población. «La investigación avanza solo cuando hay dinero. Faltan muchos recursos, incluso de espacio», lamenta. La carencia de recursos públicos es el que ha llevado el Hospital Clínico a pedir financiación a la fundación americana Michael J. Fox, que los lo ha concedido para poder llevar a cabo un estudio que tiene por objetivo «detectar sujetos que están en riesgo de poder desarrollar la enfermedad».
Un estudio catalán y pionero para identificar las personas con riesgo de Parkinson
La Hospital Clínico ha puesto en marcha este estudio pionero por identificar las personas con riesgo de sufrir Parkinson antes de que la enfermedad los haya provocado un daño irreversible al seso. De la mano de la Fundación Michael J. Fox y las universidades de Luxemburgo, Kassel y Innsbruck, el Clínico pretende conseguir información de 10.000 personas de entre 50 y 80 que no tengan problemas neurológicos. Se trata de la encuesta más grande nunca hecha sobre el Parkinson en el estado español y se espera llegar a hasta las 40.000 respuestas a Europa.
Tolosa asegura que este estudio es «muy importante» porque permitirá hacer un diagnóstico precoz y preclínico. «Necesitamos voluntarios que participen, porque nos ayudarán muchísimo y solo los tomará veinte minutos de su vida», asegura el doctor. Con esta encuesta, basada en un formulario con preguntas sobre factores que se cree que están asociados a un mayor riesgo de tener Parkinson, se busca identificar cuanto antes mejor las personas que tienen más riesgo de sufrir esta enfermedad. En la segunda parte del estudio, se invitará algunos de los participantes en el Hospital Clínico, donde se los hará un examen más detallado para obtener respuestas precisas sobre los factores de riesgo de esta enfermedad. El estudio podría ayudar a descubrir quién la sufre -o contrae según el factor de riesgo que esté implicado-, quien no y por qué motivos.
El estudio, denominado HeBa por las siglas de Healthy Brain Aging, está dirigido por la doctora Maria José Martí y por el mismo Eduard Tolosa, ambos de la unidad específica de Parkinson que tiene el Clínico. La neuróloga Alícia Garrido también forma parte de los investigadores que analizarán estas respuestas. Uno de los objetivos secundarios es evaluar si este tipo de encuestas son buenas herramientas de detección temprana de enfermedades neurológicas.
Evaluar los factores de riesgo para encontrar una cura al Parkinson
Los investigadores del Clínico insisten en que el objetivo principal en la investigación del Parkinson es encontrar un tratamiento que cure o, cuando menos, ayude a parar la progresión de la enfermedad. Actualmente, el diagnóstico se suele producir cuando ya hay un daño irreversible al seso y las neuronas ya se han visto afectadas, de forma que los pacientes están en una fase donde la degeneración ya es muy grande. Con una prueba para detectar una proteína que se puede encontrar al líquido cefalorraquídeo, la piel y la saliva, se puede identificar la enfermedad de una forma rápida una vez el paciente tiene síntomas, pero la investigación continúa orientada a descubrir los factores de riesgo que llevan a desarrollar Parkinson para evitar su aparición.
La pérdida de neuronas provocada por la enfermedad –entre el 50 y el 70% de las células que producen dopamina– empieza muchos años antes de que el Parkinson se manifieste con el temblor y la lentitud de movimientos. De hecho, los estudios realizados hasta ahora apuntan que los problemas como la ansiedad, la depresión, la falta de memoria, los cambios de personalidad, los trastornos del sueño, el estreñimiento o los trastornos olfativos aparecen 20 años antes del diagnóstico.
La financiación para continuar haciendo investigación al respeto es clave en la lucha contra el Parkinson, puesto que por ahora no se conocen bien los factores de riesgo de la enfermedad. Sí que se sabe, por ejemplo, que las personas con pérdida de olfato o con un familiar con Parkinson tienen más posibilidades de sufrirla. Identificar los factores de riesgo, cosa que podría pasar con este estudio del Clínico, permitiría diagnosticar la enfermedad antes de que se produzca el deterioro.
Los síntomas del Parkinson
Al contrario del que se suele pensar, los síntomas del Parkinson no son solo el temblor característico y la dificultad de movimiento. De hecho, a pesar de que estos son los más habituales, hay pacientes con Parkinson que no los presentan. Otros síntomas que afectan los pacientes son la depresión -un 40% de los pacientes la sufre-, la ansiedad, los problemas cognitivos, los trastornos del sueño, el dolor, el estrechamiento, los problemas de deglución y de la función genitourinaria y las fluctuaciones motoras, que aparecen entre cinco y diez años después del diagnóstico.
