El papa Francisco ha recibido este sábado el alta después de pasar cuatro días ingresado en el hospital Policlínico Gemelli de Roma por una bronquitis infecciosa. Así lo avanzaba el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni este viernes ante la evolución favorable del pontífice, quien, finalmente, ha abandonado el centro hospitalario en coche esta mañana y, al bajarse del vehículo, ha saludado un grupo de fieles que lo esperaban y, ante suyo, ha exclamado: «Sigo vivo». Mientras estaba ingresado, el Papa ha visitado niños ingresados y les ha llevado regalos y, incluso, ha bautizado un bebé acabado de nacer.
Bruni ha detallado que, mientras saludaba el grupo de personas, el Papa también ha abrazado una pareja de padres que había perdido la hija la noche anterior y ha rezado con ellos.
Según ha informado el cardenal Giovanni Battista Re, decano de Colegio Cardenalicio, en declaraciones a medios de comunicación italianos, se prevé que el Papa pueda presidir las citas litúrgicas de Semana Santa. A pesar de su presencia en las misas previstas durante estos días, las celebrarán otros cardenales, tal como pasó en el funeral de Benedicto XVI, que murió el pasado 31 de diciembre de 2022.
Ha bautizado un bebé mientras estaba ingresado
Este viernes por la tarde, mientras continuaba ingresado en el hospital de Roma, el Papa ha bautizado un bebé de pocas semanas de vida y que estaba ingresado en la planta de Oncología Pediátrica. Además, también ha visitado los niños de esta planta del mismo centro médico y los ha regalado rosarios, huevos de chocolates y libros sobre Jesús. Después, el papa Francisco ha vuelto a su habitación, ubicada en la décima planta, donde ya estuvo ingresado el junio de 2021, después de una operación por una estenosis diverticular grave con signos de diverticulitis esclerosante.