Este pasado fin de semana un fuerte incendio ha golpeado el Ampurdán, entre Colera y Portbou concretamente. Después de tres días quemando, el cuerpo de Bomberos de la Generalitat consiguió extinguirlo, pero las consecuencias de las llamas continúan afectando las poblaciones. Es por eso que este miércoles por la mañana los ayuntamientos de los dos municipios han recomendado en la población no beber agua del grifo, puesto que los profesionales han detectado niveles de cloruros elevados. Prevén que la problemática esté solucionada entre jueves y viernes. Según han explicado esta mañana fuentes del Ayuntamiento de Colera, la planta de ósmosis del municipio sufrió una avería a consecuencia del incendio forestal, puesto que se ha visto sobretensionado.
Las recomendaciones de los consistorios van más allá de no beber agua del grifo y pasan también para evitar cocinar con esta misma agua, a pesar de que el primordial va más encarado al beber que no en la cocina. El alcalde de Portbou, Gael Rodríguez, ha explicado que la sobretensión que se generó a raíz del incendio nace porque Colera se vio obligado a cortar la electricidad de la población para hacer frente a las llamas. Ahora, pero, las consecuencias las están pagando los vecinos. Es por eso que desde el Ayuntamiento de Portbou han movilizado un total de 66.000 euros de urgencia para poner solución la antes posible: «El problema estará solucionado mañana», asegura Rodríguez.
Agua más salada de la cuenta
Rodríguez también ha asegurado que las membranas de la planta de ósmosis de la localidad están caducadas desde 2019, puesto que su vida útil es de 10 años. Este motivo también ha sido uno de los causantes de la sobretensión. Ahora bien, otro de los puntos que hay que tener en cuenta de la localidad y por el cual el agua es más salada del habitual es que el pozo de donde se extrae esta agua contiene más sal de la que tendría que tener.
