Nueva faceta en la instrucción del caso del Tsunami Democrático. La representación procesal de los policías personados como perjudicados en la causa que instruye el titular del Juzgado Central número seis de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, han comenzado un nuevo melón. Se trata de una derivada de la supuesta trama rusa del Proceso. Así han pedido formalmente al magistrado que investigue la presencia de agentes de inteligencia rusos en Cataluña entre el 2014 y el 2017.
Según el escrito, de 13 páginas y al cual ha tenido acceso El Món presentado por los dos miembros del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), personados como perjudicados en la instrucción, reclaman a García Castellón los informes policiales sobre la actividad de los servicios secretos del Kremlin en Cataluña. Unas actividades que habrían sido protagonizadas por agentes de la Unidad 29155 del GRU, el servicio de acción y de inteligencia militar ruso especializado en asesinatos selectivos y operaciones de sabotaje y de desestabilización. Por cierto, una unidad, supuestamente creada el 2008, que nunca ha sido reconocida por el gobierno de Moscú todo y la literatura que se ha hecho en medios próximos a los servicios secretos europeos.
La petición al juez es para que ordene a la Comisaría General de Información del CNP que aporte los informes que habrían realizado y que se habrían filtrado a mediados de comunicación como El Confidencial, la Gaceta, la Sexta o El Periódico. De hecho, Manuel Garcia Castellón ya abrió unas diligencias, las 86/19, sobre la hipotética presencia de estos espías, pero las mantuvo secretas y las cerró todavía como secretas. Hay que remarcar que el fiscal antiterrorista de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo, se opuso en la investigación y reprochó a los agentes el poco grosor de la investigación. A pesar de que varios investigados en la operación Volhov reclamaron estas diligencias, el juez los va denegar el acceso.

Sin saber qué vinieron a hacer
El escrito que firma el despacho Fuster Fabra aporta un paquete documental con las informaciones aparecidas en estos medios que relatan la presencia de estos agentes «encubiertos» a las órdenes del Kremlin. Ahora bien, todas las noticias aportadas dejan claro que «se desconocen qué actividades habrían desarrollado en Cataluña», pero sí que hacen coincidir las visitas con alguna fecha clave del proceso soberanista.
Los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía detectaron un de estos siete espías, Maksim Rodionov el dos de mayo de 2014, pero eso sí, habría entrado por el aeropuerto del Prat con un pasaporte falso. El 27 de julio de 2016 añadieron a la lista Anton Vladimorovich Skvortsov, un teniente de las fuerzas especiales rusas. También Aman Urazbayevich Yutuporov, que habría aterrizado en Barcelona lo primero de mayo de 2016. Y hacen especial énfasis con Denis Vyacheslavovich, alías Sergey Fedotov que habría entrado en Cataluña en tres ocasiones, el once de mayo y el 5 de noviembre de 2016 y el 29 de septiembre de 2017, casualmente, justo antes del referéndum. La lista la completan Maria Vladivorovna, Mihkail Oprysho y Alexei Nikitin.
Curiosamente, y al hilo de las publicaciones coordinadas, la trama rusa ha vuelto a coger voladizo, incluso, las diligencias que el mismo juez cerró. De aquí que ahora las acusaciones particulares aprovechen para reabrir las diligencias y, como mínimo, poder ver y analizar los informes que la Comisaría General de Información del CNP escribió y comprobar si tendrían algún efecto en la causa, o si fuera el caso poderlos incorporar. Una opción que desde el ministerio público descartan, a la vista que lo mismo fiscal rechazó continuar la investigación que se había dejado a la tabla de García Castellón.