La ejecutiva de Junts se reúne este lunes en Perpiñán (Cataluña Norte) para decidir cómo encara la segunda mitad de la legislatura por los continuos incumplimientos del PSOE en carpetas clave como la ley de amnistía, la oficialidad del catalán en la Unión Europea o el traspaso de la gestión de las competencias de inmigración. Este fin de semana, el núcleo duro del partido se ha reunido con Carles Puigdemont para valorar las diferentes opciones y presentar una propuesta al resto de la dirección. En las últimas horas ha cobrado fuerza la opción de romper relaciones con los socialistas. Aún se debe concretar cuál será el alcance de la decisión, que muy posiblemente se someterá a votación de la militancia, como ocurrió en 2023 cuando avaló los acuerdos de Bruselas que sirvieron para investir a Pedro Sánchez como presidente español.
La reunión ha comenzado a las 10:00 de la mañana, pero se prevé que sea muy larga y el líder de Junts, Carles Puigdemont, no comparecerá al menos hasta las 17:00 para hacer balance del encuentro y explicar las “acciones a emprender” en los próximos meses. El malestar en Junts con la actitud de Sánchez y del PSOE ha ido creciendo en las últimas semanas. En agosto, Puigdemont ya advirtió que en otoño pasarían cosas y, ante la falta de reacción de la Moncloa y de Ferraz, el partido considera que ha llegado el momento de sacudir el tablero político. En principio, no está sobre la mesa dar apoyo a una moción de censura contra Sánchez, aunque sea instrumental, y todo parece indicar que el primer paso será bloquear la legislatura en el Congreso tumbando cualquier iniciativa que no tenga un beneficio evidente para Cataluña.

La Moncloa contiene el aliento y guarda silencio
La postura oficial de la Moncloa es que el gobierno español está haciendo todo lo posible para cumplir con los acuerdos de Bruselas y que si algunas carpetas están atascadas no es precisamente por su falta de compromiso. Con todo, en los últimos días la Moncloa ha preferido guardar silencio y no entrar en el intercambio de declaraciones. La semana pasada, el presidente español reclamó “tiempo” para avanzar en los compromisos pendientes. “Estamos cumpliendo en lo que está en nuestra mano, y lo que no está en nuestra mano, estamos trabajando para que se cumpla”, decía Sánchez en una rueda de prensa el jueves pasado tras la reunión del Consejo Europeo en Bruselas. El líder socialista aseguró que está dispuesto a reunirse con Puigdemont “cuando toque”, pero no concretó plazos y lo desvinculó del pulso de Junts.
De hecho, en privado tanto la Moncloa como Ferraz intentan transmitir un mensaje de tranquilidad y consideran que el aviso de Nogueras y la reunión de la ejecutiva de Junts en Perpiñán forman parte de la “teatralización” del partido de Puigdemont. No es la primera vez que Junts amenaza con romper con el PSOE y los socialistas confían en que el partido independentista no se atreverá a romper del todo la relación, sobre todo porque en el Congreso aún hay varias leyes importantes por votar que llevan su firma, como las ayudas a los enfermos con ELA. Lo que sí tienen claro es que será casi imposible aprobar los presupuestos españoles, ya que, además de Junts, ERC tampoco está dispuesta a negociar por los obstáculos de Hacienda al nuevo financiamiento y el bloqueo de Podemos para desgastar a Sumar y ganar posiciones de cara a unas posibles elecciones españolas.
El PP mete cucharada y reclama firmeza a Junts
El vicesecretario de Política Autonómica y Municipal y Análisis Electoral del PP, Elías Bendodo, ha interpelado a Junts horas antes de la reunión clave. “Ya es hora de plantarse de verdad y de dejar de apuntalar un gobierno corrupto”, ha reclamado Bendodo este domingo. “Es hora de que los socios de Sánchez se den cuenta de que están apoyando a un gobierno que les ha engañado y que ha jugado a las cartas con la amnistía prometida”. El líder popular ha asegurado que Sánchez “se arrastrará” muy pronto fuera de España para fotografiarse con Puigdemont. “Que Sánchez deje de tomar el pelo a los españoles, se deje de embustes y nos diga qué vuelo a Bélgica o Suiza tomará para reunirse con Puigdemont”, ha espetado. Hasta ahora, los populares se han mantenido a cierta distancia de Junts y, en lugar de enviarle cantos de sirena, han preferido dejar que el malestar interno en el partido catalán crezca para forzar una ruptura con el PSOE y obligar a Sánchez a adelantar elecciones.




