La constante partida de ajedrez que juegan el PSOE y el PP se disputa a muchos kilómetros de Madrid. Los populares ignoran las presiones socialistas sobre el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, para que cese al presidente valenciano Carlos Mazón –la Comunidad Valenciana ha vivido la duodécima manifestación masiva este sábado, un año después de la catástrofe de la Dana– y fijan la mirada en el cónclave de la dirección de Junts este lunes en la Cataluña Norte. El partido de Carles Puigdemont decidirá el rumbo que tomará a partir de ahora con el gobierno español, un aspecto, en cambio, que no centra los discursos socialistas, que le restan importancia. «Nosotros, a seguir gobernando y avanzando», ha dicho Pedro Sánchez este domingo en Toledo.
En esta personal disputa, los hombres de Alberto Núñez Feijóo animan públicamente a Junts a romper definitivamente con Sánchez. “A ver si esta vez golpean, a ver si esta vez hablan claro”, ha lanzado horas antes de la reunión decisiva el vicesecretario de política autonómica y municipal del Partido Popular, Elías Bendodo. “Ya está bien que se den cuenta de que están apoyando a un Gobierno corrupto, que además les ha engañado y que ha hecho trampas con la prometida amnistía”, ha manifestado el popular.

Junts decidirá este lunes si rompe definitivamente con Sánchez, una decisión que se ratificaría con una consulta a la militancia. La formación de Puigdemont –que aún no puede regresar a Cataluña pese a aprobarse la amnistía– cuestiona al PSOE que la oficialidad del catalán en Europa se haya estancado y le recrimina el fallido traspaso de las competencias de inmigración, que cayó por la negativa de Podemos y el ‘no’ previsible de PP y Vox. La dirección de Junts también ha puesto sobre la mesa la necesidad de aplicar nuevas medidas contra la multirreincidencia, una petición nueva para contentar a sus alcaldes.
Semana difícil para Sánchez
El PP ha alternado estos días la presión sobre Junts con ironías y críticas a la formación independentista por los pactos que ha cerrado con Sánchez en el primer tramo de la legislatura. Este domingo, Bendodo ha pedido a la formación de Puigdemont que «hable claro», consciente de que una ruptura añadiría presión sobre un gobierno sin presupuestos ni estabilidad parlamentaria. De hecho, Bendodo ha adelantado lo que puede ser una «semana horribilis» para el presidente español. Al posible rompimiento de Junts se le suma un nuevo episodio judicial, con la declaración como testigo del exgerente del PSOE Mariano Moreno, y la comparecencia del mismo Sánchez en la comisión del caso Koldo del Senado, con mayoría absoluta popular.

