María Teresa Campos continúa aislada en casa, prácticamente sin salir por los problemas de salud que arrastra. Hasta ahora habían hablado fuentes próximas a la icónica periodista, quienes aseguraban que la veían muy mal. Ahora ha sido su hija mayor, la tertuliana Terelu Campos, quien se ha pronunciado sobre el tema en un escrito muy sincero.
Lo ha compartido en
«Cuando decían que hacía un programa para
Terelu Campos asegura que su madre es «el orgullo» de su vida: «Yo soy lo que soy gracias a ella porque es quien ha luchado por sus dos hijas, la que ha vivido momentos regulares y de desesperación económica, la que me hace daño y por quien sufro cada día es mi madre. Ella es mi mejor patrimonio. Se me llena la boca cuando dique
Terelu Campos pide respeto para su madre en un momento doliendo
Lo adora, esto queda claro, pero de este escrito lo más interesante tiene que ver con el estado de salud en que se encuentra María Teresa Campos: «Por desgracia, en estos momentos, ella ya no es la que era. Me paso la vida pidiendo a los medios de comunicación que respeten a una persona que ya no puede decidir por sí misma«.
Hace pocas semanas, se publicó una fotografía de María Teresa en la que tenía mejor aspecto. Pues bien, parece que esto ha servido de excusa en algunas revistas para intentar compensar todo el que lo habían criticado antes: «¿Justificarse así cuando mi hermana y yo hemos pedido la dignidad que merece mi madre en su vejez y enfermedad? No me cansaré de luchar para que nuestros grandes tengan una protección y se los respete».

Su madre es un personaje público, pero considera que se merece un derecho a la privacidad: «Este respeto se lo pierden cada vez que se publica una fotografía actual suya. Estas cosas hacen que, a veces, me avergüence de mi profesión. Todo ser humano merece un trato digno. ¡Ya está bien! Estoy muy cansada de pedir que se respete mi madre. ¿De verdad merece la pena humillar y vejar una persona que ha sido uno en lo referente a la televisión?». Un artículo con lo que pretende que se deje atrás la obsesión de los fotógrafos para intentar captar una fotografía de la anciana periodista que muestre en qué punto se encuentra.