Juan Carlos de Borbón tuvo que estar muy incómodo en el gran día de Leonor, en el que le prohibieron que asistiera a los actos oficiales de la jura de la Constitución. Dejaron que acudiera a la cena íntima que organizaron en el palacio, pero los medios de comunicación congregados a la puerta dieron fe de que él fue lo primero al irse de allí.
En un primer momento se dijo que había querido irse pronto para poder coger un avión privado que lo dejara en Londres, ciudad en la que pasaría la noche. La revista
Una vez en el Reino Unido, habría descansado lejos de la familia y de las miradas cargadas de rabia. En el programa de Ana Rosa Quintana han podido saber qué plan llevó a cabo, rodeado de un secretismo que no evitó que algunos periodistas se enteraran: «Acudió a su restaurante preferido, un club superexclusivo de Londres al que le gusta mucho ir. Allí pasó una noche muy agradable con un amigo», han explicado.

Juan Carlos de Borbón, en Niza y enfadado con su hijo Felipe
Estos dos medios lo sitúan en Londres aquel fin de semana, pero otras informaciones discrepan. Es el caso de
De esta noticia lo que llama más la atención, sin embargo, tiene que ver con la mala relación que tendrían actualmente Juan Carlos y Felipe. El emérito estaría «muy enfadado» con él porque consideraría que lo humilló en el gran día de Leonor, un nuevo enfrentamiento que los separa todavía más. Tampoco ayuda que el Borbón esté insistiendo e insistiendo en que quiere volver a España con más frecuencia. A finales de mes, de hecho, querría volver a aparecer por Galicia con la excusa que han organizado otra regata y quiere participar. Teniendo en cuenta que hasta ahora ha hecho un poco lo que ha querido, es probable que lo volvamos a ver por allí.