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Asun González, experta en microbiota: “lo ideal sería desayunar a las 9 y cenar a las 4”

Ella es experta en microbiota, un complejo ecosistema formado por billones de microorganismos que son bacterias, virus, hongos y arqueas. Todos estos conviven en perfecto equilibrio y principalmente en el intestino.

Pero, ¿por qué esto es importante?, ¿cómo debemos cuidarla?, ¿qué hacer para que no impacte negativamente en nuestra salud y en nuestro estilo de vida?

Habla una experta

Asun González es bióloga por la Universidad de Salamanca en España y ha dedicado buena parte de su carrera al estudio de la microbiota.
De hecho, se ha especializado en ser asesora nutricional en salud digestiva y esto engloba la microbiota intestinal, el sobrecrecimiento bacteriano intestinal o SIBO, el intestino irritable y las diversas intolerancias alimentarias en todo tipo de personas y edades.

En el campo de la investigación ha realizado proyectos en genética antes de decidir dedicarse plenamente al asesoramiento nutricional.
Si quieres saber más de ella busca sus libros: ¿Tú también tienes SIBO?, de Alienta Editorial y ¿Qué como con SIBO?, de Planeta de Libros.

Ha sido polémica en sus declaraciones públicas al señalar que muchos trastornos digestivos se relacionan con el desequilibrio de los ritmos de la microbiota, que son causados por el estilo de vida moderno y los horarios laborales y de estudio.

Para información pública ha creado una plataforma de servicio gratuito al lector que se llama Guerras Intestinas, en un acertado juego de palabras.
Allí combina contenido, asesoramientos online y programas para mejorar la salud intestinal de acuerdo con cada lector que decida usar esta información.

Comer a deshoras es un enemigo silencioso

Asun González no se equivoca al afirmar que: “somos un ecosistema en movimiento”. Como experta en microbiota intestinal nos enfrenta a un nuevo mundo: “dentro de cada persona habitan billones de microorganismos que influyen no solo en la digestión, sino también en el estado de ánimo, el sistema inmune e incluso en la calidad del sueño”.

Sin embargo, afirma que este delicado equilibrio se altera con facilidad cuando ignoramos nuestros ritmos naturales.

Así como el cuerpo necesita descansar, la microbiota también tiene su propio reloj biológico. Por eso, comer muy tarde o saltarse comidas altera su funcionamiento y favorece síntomas molestos.
Entre ellos están la hinchazón, los gases y/o digestiones lentas. Es por eso que, algunos especialistas proponen ajustar las comidas al ciclo solar.

Esto significa que se debería desayunar más tarde de la hora de levantarse, alrededor de las 9:00 de la mañana y cenar temprano o antes de las 18:00.
Con este horario estaríamos permitiendo que el intestino pueda cumplir de forma natural sus procesos regenerativos.

El SIBO o cuando el intestino pierde el equilibrio

Existe algo que se llama SIBO y no es más que el Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado.
No se trata de una infección, sino de una descompensación del equilibrio de todos estos microorganismos que deberían vivir en una determinada proporción.

Los estudios de González, y otros sobre la materia, indican que hasta un 80 % de las personas ha tenido molestias digestivas relacionadas con este trastorno.

Los principales factores son: el estrés, los antibióticos, las dieta desordenadas o no controladas por un profesional, o intolerancias no diagnosticadas que se asumen como “normales” y que son factores que desencadenan este síndrome.

No hay más tratamiento que restablecer este equilibrio, y esto solo es posible con ayuda profesional, cambios en la alimentación y un estilo de vida más consciente.

Existen, no obstante, dos componentes aliados: los probióticos y prebióticos. Pero, siempre que se elijan con criterio y bajo supervisión profesional.

Claves para cuidar tu microbiota

Asun González da un manual sencillo para cuidar la microbiota con hábitos diarios:

  • Priorizar una dieta pesco-mediterránea. Esto es: rica en pescado, verduras frescas de temporada y agua.
  • Evitar comidas muy procesadas y con altos contenidos de azúcares y grasas añadidas.
  • Respetar los horarios de descanso y de las comidas.
  • Practicar ayuno intermitente, pero solo si es adecuado para ti y te lo recomienda un profesional o un nutricionista.
  • Mantener bajo control el estrés con actividades complementarias al trabajo y estudio y procurar dormir bien las horas necesarias.

Una mirada integral a la salud

El intestino no actúa solo, sino que se acopla a todo el organismo.
Por lo tanto, su equilibrio impacta directamente en la piel, la mente y la energía diaria.

Por eso, cuidar la microbiota es volver a una forma de vida más coherente con nuestra evolución y nuestros ciclos naturales, que implican menos artificios y más naturaleza.
Porque, al final, la salud comienza en lo invisible y en pequeños hechos cotidianos.

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