El incendio en un piso situado al número 8 de la calle Granada de Badalona acabó, este martes de madrugada, con la muerte de su inquilino, Òscar Arriba. Detrás el caso y la víctima, pero, se esconde un pasado oscuro. Según datos de la Guardia Urbana facilitados a la Agencia Catalana de Noticias (ACN), el hombre acumulaba hasta diecinueve detenciones por «delitos graves». De hecho, tal como han confirmado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Llega era investigado en una causa que se instruye en el juzgado de instrucción 4 de Badalona por la muerte violenta de otra persona, el vicense Joan Pere Madurell. A pesar de que ha decretado secreto de la causa, el juzgado confirma que investigaba la víctima del incendio como posible autor del crimen del vecino de Vic, que desapareció a finales de enero y el cadáver del cual apareció sin cabeza en los entornos de Can Ruti el pasado 7 de marzo. La cabeza se encontró pocos días después en el barrio de Gracia, en Barcelona.
Las sospechas, pero, no eran solo del juzgado de instrucción. Los mismos vecinos del barrio también consideraban que este hombre había sido el autor del crimen. Pocos días después de que apareciera el cuerpo sin vida en las afueras de Can Ruti también apareció una pintada a las puertas del edificio donde vivía Òscar con la palabra «

La relación con los vecinos del edificio
La relación de Òscar Arriba con el resto de vecinos de su bloque que pisos, según relatan los propios implicados al ACN, no era muy buena. Aseguran que orinaba en la escala, ponía música a altas horas de la madrugada, tiraba cosas por el balcón y amenazaba el resto de habitantes del edificio constantemente. En este sentido, el mismo alcalde de Badalona, Xavier Garcia Albiol, hizo una publicación en las redes sociales donde evitó dar el pésame por esta víctima mortal: «Cualquier muerte es trágica, aunque fuera un delincuente que tenía atemorizados los vecinos, los hacía la vida imposible, amenazaba de quemar la finca y había sido detenido muchísimas veces. Todo el respecto del mundo, pero yo no daré mi pésame«, espetó el alcalde badalonés.