El juzgado penal 1 de Tarragona ha condenado a penas de un año de prisión a tres manifestantes por las protestas contra la sentencia del Procés. La misma resolución también absuelve a un cuarto acusado. De hecho, el juez, en la sentencia, a la que ha tenido acceso El Món, se extraña de que se imputara a este cuarto implicado a la vista de la credibilidad de su relato de los hechos ante la narración de los servicios policiales que intervinieron en el caso. Es de los pocos sumarios en los que han trabajado a la vez la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía y los Mossos d’Esquadra, tanto desde las comisarías generales de información como de las unidades de orden público.
Los hechos juzgados se registraron el 15 de octubre de 2019. El caso tenía quince investigados, pero, finalmente, después de una complicada instrucción y una profusa investigación policial, quedaron cuatro procesados. De los cuatro, dos han sido condenados, por un delito de atentado del artículo 550 del Código Penal en concurso con un delito de lesiones del artículo 147 del Código Penal, a un año de prisión y multas de 225 euros y 300 euros, respectivamente, con responsabilidades civiles de 77 euros y 272,09 euros. Al tercer condenado solo le atribuyen un delito de atentado y lo condenan a un año de prisión. El cuarto ha quedado absuelto de todos los cargos. Se trata más o menos, salvo la absolución, de las mismas penas que reclamaban tanto el ministerio fiscal como la acusación particular. La condena llega una semana después de que el Congreso haya admitido a trámite la ley de la amnistía.

«Denigrar a los agentes»
El juez, en el relato de hechos probados, afirma que los tres condenados participaron de forma activa en las protestas convocadas en Tarragona a raíz de la sentencia del Tribunal Supremo. Así, los tres condenados habrían propinado empujones a los agentes de policía durante el transcurso de las manifestaciones cuando los policías intentaban actuar. Para el magistrado, los tres tenían la «voluntad de menoscabar la integridad física [de los agentes], el principio de autoridad y denigrar su condición de policía». Por lo tanto, interpreta que los empujones y las lesiones causadas a los agentes justifican una condena de estas características.