La política catalana tiene tantas pestañas abiertas y tantos giros que, al final, las coincidencias se tropiezan. Esta mañana, un centenar largo de personas ha llegado al Parlamento en reivindicación de la declaración de independencia, nunca aplicada, del 27 de octubre de 2017. Eran los miembros de la columna que desde el pasado 11 de octubre han atravesado a pie Cataluña, desde la Porta dels Països Catalans, en la Catalunya Nord. Después de catorce etapas, han hecho meta en la cámara catalana. Una llegada que cierra una marcha organizada por la asamblea territorial nord-catalana de la ANC, la delegación nord-catalana del Consell de la República y la Casa Macià.

La casualidad hace que hayan llegado el mismo día que la formación nacida de aquella DUI fallida, Junts per Catalunya, celebra un cónclave al más alto nivel para analizar si rompen o no el acuerdo de Bruselas con el PSOE, el pacto que sostiene a Pedro Sánchez en la Moncloa. El acuerdo firmado con el mismo partido y el mismo líder que, a raíz del 27-O, decidieron votar a favor de la aplicación del artículo 155 sobre las instituciones catalanas y apoyaron la represión judicial española contra los líderes de la DUI de manera entusiasta.

“¡Hay más motivos y más prisa que nunca para hacer efectiva la DUI!” era el lema de la movilización. Y advertían en el manifiesto de la convocatoria que “¡el 27 de octubre estaremos en el Parlamento para exigir que se aplique la DUI sin demora!“. Así lo han hecho, ante el presidente del Parlamento de Cataluña, Josep Rull, que los ha recibido. Precisamente, el único miembro del Gobierno del presidente Carles Puigdemont que volvió a su despacho de consejero una vez fue declarada la independencia.

Josep Rull, amb els membres de la marxa per la DUI que aquest matí han arribat al Parlament després de 14 dies caminant travessant tot Catalunya/AG
Josep Rull, con los miembros de la marcha por la DUI que esta mañana han llegado al Parlamento después de 14 días caminando atravesando toda Cataluña/AG

Una reivindicación clara

Los manifestantes, que no rehúyen la etiqueta de los «últimos mohicanos de la DUI», han reivindicado el acuerdo de la mayoría del Parlamento de acuerdo con los resultados del referéndum del Primero de Octubre. De hecho, su razonamiento es que la DUI quedó en suspenso, pero que la independencia está declarada y solo falta hacerla efectiva. De ahí que critiquen duramente la posición de los partidos independentistas parlamentarios, que a su parecer, se hacen los remolones para aplicarla.

Además, reprochan a las formaciones su «desconexión» con la base independentista. La llegada al Parlamento ha sido reivindicativa y afortunadamente aburrida para el despliegue policial que la actual dirección de los Mossos d’Esquadra ha destinado. De hecho, poco riesgo podían tener el centenar de personas que han caminado durante catorce días con esteladas al cuello y la defensa férrea de la declaración que se aprobó hoy hace ocho años.

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