El presidente en el exilio y candidato de Junts+ a la presidencia de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha jugado en casa en el último mitin de esta campaña al Espacio Jean Carrère de Argelers (Cataluña Norte). Lo ha hecho acompañado de 1.400 personas llegadas de diferentes puntos de las comarcas gerundenses, que han abarrotado, tanto el interior como el exterior del recinto, que ha servido de bastión de la candidatura durante 15 días de campaña y que mañana se cerrará en las Antiguas Escuelas de Elna. «El domingo jugamos en casa, con el público a favor», ha dicho en referencia a las elecciones del 12-M, y ha pedido a los catalanes una «movilización de Champions», haciendo un guiño a la clasificación del Girona para jugar la próxima Liga de Campeones. Así, ha pedido aplicar la «fórmula de la uno, dos, tres» para parar la «OPA hostil» del PSOE contra Cataluña.
Puigdemont ha iniciado su discurso dejando bien claro que el acto de hoy era «especial» para él porque es la primera vez en seis años y medio que «podemos hacer un acto político todos juntos sin pantallas y distancia» porque, según él, «el contacto personal humano que no se puede coger a través de las máquinas». Además, el candidato de Junts+ ha destacado que esta campaña electora a Argelers ha estado «muy grande, enorme». «Hemos hecho una cosa colosal. El domingo romperéis todas las previsiones de unas elecciones aburridas donde todos aquellos proyectos aburridos se sintieran cómodas. Esto, de aquí a unos cuantos años se hablará», ha sentenciado.
El presidente en el exilio ha hecho un llamamiento a concentrar el voto en su candidatura, y no despistarse con «opciones minoritarias», porque «hacen falta muchos huevos en una cesta» y ha animado los simpatizantes de Junts a poner en práctica a la fórmula de la uno, dos, tres, que consiste a «convencer un votante que haya decidido votar un partido independentista para que cambie el voto», «convencer dos personas que no pensaban ir a votar y lo hagan por vosotros» y «convencer tres personas que pensaban ir a votar y no saben a quién». Este «Uno, dos, tres», ha dicho, «nos hará ganar las elecciones». «Si dejamos que el PSOE haga su opa hostil en el Gobierno de Cataluña, con hombres de negro y el gobernador civil Salvador Isla, entraremos en una deriva hispanizando de la cual no podremos salir«, ha alertado, pero confía que los catalanes no lo permitirán. «Nos hace falta una gran movilización, una movilización gigantesca, de hacer frente, aquella que los Gerundenses sabemos hacer cuando nos ponen a prueba. Una movilización de Champions», ha remachado.

« Si ganamos reimpulsamos el 1-O, pero si perdemos anestesiamos lo que ganamos»
La cabeza de lista por Girona, Salvador Vergés, ha dicho que las elecciones del domingo son un plebiscito entre Puigdemont e isla. Vergés ha criticado a gestión del coronavirus que hizo el líder del PSC cuando era ministro y, con sorna, le ha ofrecido un cargo: «Si quiere tener una función importante, nosotros no pondremos ningún problema porque el Estado español lo nombre embajador de la República Independiente de Cataluña». El candidato de Junts+ ha alertado que domingo está en juego el referéndum del Primero de Octubre: «Si ganamos reimpulsamos el 1-O, pero si perdemos anestesiamos el que ganamos». El acto electoral, que ha empezado con 30 minutos de retraso a causa de los controles policiales que ha efectuado la Gendarmería francesa y que ha impedido que la número dos por Girona, Carme Renedo, y numerosos simpatizantes fueran puntuales. La expresidenta del Parlamento, Nuria de Gispert, la número dos, Anna Navarro, y el jefe de campaña y número cinco por Barcelona, Albert Batet, han sido algunas de las personas que han asistido al mitin.