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Rajoy compró un ‘pegasus’ a Villarejo

La historia de las intervenciones telefónicas y las grabaciones clandestinas en el Estado español viene de lejos y tiene cierta tradición. El uso de sistemas como el ahora famoso Pegasus no es nuevo, ni mucho menos. Y de aquí que el Estado español ose plantar incluso la misión del Parlamento Europeo sobre el uso de estos software espías. De hecho, la policía patriótica ya utilizaba estos sistemas desde que Mariano Rajoy era ministro del Interior. Sistemas que eran la envidia del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Así lo acreditan nuevos documentos aportados a la causa Tándem del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, que investiga las actividades de carácter supuestamente privado del comisario de inteligencia ahora jubilado José Manuel Villarejo. En concreto, estos documentos son wasaps, audios e informes policiales que se han añadido a la pieza separada número 7 de esta causa, numerada como la 96/2017 y que investiga concretamente la trama Kitchen, es decir, el espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas.

Según estos nuevos documentos, a los cuales ha tenido acceso este diario, Villarejo tenía un tipo de ’pegasus’ para poder grabar e interceptar conversaciones y comunicaciones. Un hecho que explicaría la cantidad de grabaciones y documentos sobro la Operación Cataluña. Un aparato que codiciaba el CNI y que habría sido financiado por Rajoy y por el exministro de Defensa, Federico Trillo. De hecho, el gran adversario de Villarejo, el jefe de la Unidad de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas, intentó arrebatarle «la máquina».

Otro informe policial incide en la estructura que fueron sofisticando Villarejo y su eterno colaborador, el comisario Enrique García Castaño, alías el Gordo, que guardaba al cajón todo un sistema para interceptar llamadas para usar en acciones clandestinas. Castaño, incluso, asesoraba jueces de la Audiencia Nacional, como por ejemplo Fernando Andreu, sobre como entrar a teléfonos móviles no solo para espiar la información que había, sino para añadir con intereses determinados.

«La máquina»

Uno de los nuevos documentos que delatan todo ello es un chat de wasaps entre el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, y el ex Director Adjunto Operativo del Cuerpo Nacional de Policía y coordinador de la policía patriótica, el comisario Eugenio Pino. Los mensajes son del 4 de junio del 2018. Comienza la conversación Pino, exmáximo mando uniformado del Cuerpo Nacional de Policía, proponiendo que se pregunte al juez García Castellón sobre cómo espiaba Villarejo. «Habrá que preguntar, en su momento, por qué le compraron una máquina a pppk espiar a y no la recuperaron», plantea Pino. «Pppk» es el acrónimo que utiliza la cúpula del ministerio del Interior para referirse a Villarejo.

Intrigado, Martínez responde con una nueva pregunta: «¿¿¿Quién se la compró???». Pino no se está de muchos órganos e informa: «M R y Federico. Es el que sabe Marcelino, y por eso da la lata con la máquina. Esto es el que buscaba el CNI, etc, etc». M y R, según el atestado policial que recoge los wasaps es el acrónimo de las iniciales de Mariano Rajoy y Federico se refiere al exministro de Defensa Federico Trillo. La información expuesta por Pino es que cuando Rajoy era ministro del Interior y Trillo de Defensa compraron este aparato para las actividades clandestinas de la policía. El exDAO resalta que «como que la máquina no constaba en ninguna parte se la quedó pppk«.

Parto de la conversación por whatsapp entre Eugenio Pino y Francisco Martínez sobre el
Parte de la conversación por whatsapp entre Eugenio Pino y Francisco Martínez sobre el «Pegasus» de Villarejo/Quico Sallés

También utilizaría sus métodos para espiar los espías oficiales

En una conversación posterior, Pino también traslada a Martínez que Villarejo «habría utilizado personal del CNI en beneficio propio». Así mismo, y según la versión de Asuntos Internos, le comentó sus sospechas sobre Constantino Villabona (Director Adjunto Operativo del CNP a fecha 03.11.2017) que podría haber trasladado documentación intervenida al cacheo domiciliario de Villarejo al CNI. La conversación donde lo explica alerta que Villarejo utilizaba sus sistemas incluso para grabar los jefes de los servicios secretos españoles.

Es ya el 24 de septiembre de 2018. Pino subraya por WhatsApp a Martínez que Villarejo «lo grababa todo. También a su mujer y trabajaba y usaba en beneficio propio los especialistas del CNI». «La cosa es», continúa, «y se lo advertí a D. Félix» (referencia a Félix Sanz Roldán director del CNI). «He tenido tres conversaciones con D Félix en su despacho y le dije que mirara en su casa, asintió». Una advertencia con toda regla sobre que el comisario habría espiado al jefe de los espías. Un hecho que liga con la narración de Pino a Martínez en la que explica que Villabona llevó todos los documentos requisados a Villarejo al CNI. Una historia que pone en entredicho Asuntos Internos, pero que es plausible, por la cantidad de audios que el CNI ya ha clasificado como secreto. «El día después de jubilarse, Villabona pidió un vehículo al DAO para que los trasladara al CNI», detalla Pino. El exnúmero dos de Interior repregunta: «¿Y qué se llevó?». «Creo que todo del registro de pppk», concluye Pino.

Parto de la conversación por whats de Pino con Martínez sobre cómo utilizaba el CNI Villarejo para espiar y espiarlos/Quico Sallés
Parte de la conversación por whats de Pino con Martínez sobre cómo utilizaba el CNI Villarejo para espiar y espiarlos/Quico Sallés

García Castaño y sus máquinas

Otro informe policial que ahora también se incorpora a la Kitchen, elaborado por la Unidad de Asuntos Internos, se elaboró en 2016 en el marco de la Operación Nicolay. Es decir, la primera investigación sobre las actividades del Pequeño Nicolás y la acometida que sufrió por parte de la policía y del CNI. De hecho, en este caso Francisco Nicolás fue la víctima. En este atestado, los investigadores ya destacaban que Villarejo tenía una «posición privilegiada» a la Dirección General de la Policía, como «asesor de la Dirección Adjunta Operativa».

Esta posición, según los policías, le producía un «acceso privilegiado» a los recursos humanos y materiales de los cuales disponía la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO, en el acrónimo castellano) de la Comisaría General de Información del CNP. Es decir, el equipo técnico y logístico de los «espías» de la policía. Una unidad que dirigía el veterano comisario Enrique García Castaño desde trabajo muchos años y con «una estrecha relación con Villarejo». Castaño tenía, según la policía, «el control de los servicios especializados en todo tipo de tecnologías que afectan dispositivos de telefonía móvil, grabaciones y contratos de compañías». Por los analistas de la misma policía, Villarejo tenía acceso vía Castaño a aparatos para interceptar comunicaciones que se utilizaban en operaciones absolutamente clandestinas como «Casos de políticos».

Parto del atestado policial de Asuntos Internos al que ha tenido acceso al Mundo, que se ha incorporado a la causa Kitchen/Quico Sallés
Parte del atestado policial de Asuntos Internos al que ha tenido acceso al Mundo, que se ha incorporado a la causa Kitchen/Quico Sallés

El juez de la Audiencia Nacional que conocía Pegasus y el amigo del Mossad

Esta versión policial viene corroborada por varios audios. Uno es bastante concreto, y, a pesar de que se encuentra en la causa todavía para desencriptar, El Món ha tenido acceso. Es una conversación entre el magistrado de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, que se enteró de la «burra» que hicieron con Xavier Trias y no hizo nada, y Villarejo, el 22 de septiembre de 2015. Una conversación en un bar de Madrid, donde alrededor de una media de Mahou (un tercio) y una sin alcohol, el juez justifica su parquedad en los mensajes y en el aviso que Castaño le ha hecho sobre su móvil. El Comisario lo ha avisado que hay un sistema nuevo que no solo permite acceder a los archivos de los móviles, sino modificarlos o incluso enviar mensajes de manera remota. En definitiva, le explica el Pegasus.

Parte de la conversación entre el juez Andreu y Villarejo donde lo primero le explica al comisario que Castaño le ha explicado que le parece que al teléfono está infectado con un spyware como el de Pegasus/Quico Sallés

Villarejo pide al magistrado, entre risas, que no acepte ningún teléfono del Gordo. Ahora bien, el comisario de inteligencia serena al magistrado porque está en conversaciones con un coronel del Mossad, los servicios de inteligencia de Israel, que le llevará un sistema para «desinfectar teléfonos». Una vez lo tenga le avisará. A los dos que se les controlen los móviles «les toca los huevos» y Villarejo admite que cuando acaba conversaciones telefónicas siempre da recuerdos a «el Anselmo», el supuesto miembro del CNI que los espía, cuando quien espiaba era el comisario. Continuará.

Parte de la conversación entre Villarejo y Andreu en la que el comisario le explica que contacta con alú de los Mossad para limpiar los teléfonos/Quico Sallés

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