Roser se hizo famosa en un concurso musical llamado
¿De las primeras cosas que le han preguntado en este cuestionario de la revista
En su caso, dice que se lo tiene que trabajar mucho para encontrar proyectos. Tuvo un momento de mucha visibilidad, cuando fichó por una multinacional y todo era «muy fácil». Después, sin embargo, se vio sola y dice que lo pasó mal: «Empiezas a entender cosas, a caer y levantarte, a cruzarte con personas que juegan con tus ilusiones…».

Roser dice que no ha sido rencorosa nunca, pero sí que se ha preguntado por qué no le llegaban tantas propuestas como otros artistas. Ha llegado a tener momentos de pensar que lo mejor era tirar la toalla, sobre todo en los últimos años: «Van pasando los años y te preguntas si estás bien o si eres adecuada para el trabajo. Aunque sea una mujer con carácter y segura, tengo mis momentos«.
Ella que ha trabajado en el sector durante muchos años, aplaude que cada vez haya menos machismo. Y es que ha llegado a vivir experiencias muy desagradables: «A mí me han llegado a ofrecer un cheque en blanco, a ponérmelo encima de la mesa y decirme
Roser habla de la vida privada y explica cómo es trabajar con su marido
Roser trabaja desde hace un tiempo con su marido, el coreógrafo Joel García del Río. Salen juntos desde hace 21 años, explica, y lo describe como un compañero de viaje «magnífico» con quien se entiende muy bien. ¿La clave de su éxito como pareja? Que respetan sus espacios y su libertad: «Nos complementamos, pero también discutimos porque ambos somos muy intensos«.
Además, dice que les ha afectado pasar épocas de problemas económicos. Lo mejor es que siempre consiguen superar estos malos momentos con un poco de humor: «Él siempre me dice que da igual donde vayamos, ya que siempre seremos nosotros y nuestro hijo. Siempre nos levantamos después de los problemas».







