Miguel Bosé no ha aprendido la lección y ha vuelto a soltar unas declaraciones escandalosas que lo colocan en el centro de la diana. En esta ocasión, una revista LGTBI+ lo ha seleccionado como «icono revolucionario» y, a cambio, han obtenido unas respuestas muy potentes del cantante. Entre otras cosas, ha explicado que vive muy feliz en México y se ha sincerado sobre cómo ha vivido su homosexualidad a lo largo de los años.
El artista se muestra muy contrario a la visión que se ha tenido del SIDA: «Yo vi la postura que tenía la sociedad ante la enfermedad. Se señalaba la gente que tenía sida porque así se le podía decir
Miguel Bosé vuelve a cargar contra las vacunas del coronavirus
Miguel Bosé participó en varias campañas de concienciación porque dice que quería que se fuera el miedo alrededor del VIH: «En aquella época no había ninguna intención de encontrar una posible vacuna y todavía no hay hoy en día. Las retrovirales y el resto de curas mantienen la cronicidad, que es el negocio de las farmacéuticas. No lo es que estés sano o muerto, puesto que estos momentos no son rentables. Te quieren enfermo y, si es posible, crónico. Abandoné el proyecto porque vi que no tenían intención real de encontrar una cura. Es triste, pero es así».
En este sentido, ha vuelto a manifestar su rechazo a las medidas contra el coronavirus: «Todas las críticas que recibí en la pandemia se levantaron de manera totalitaria porque no se permitió que un ciudadano dijera que no creía en la vacuna y que no se la pondría. Creo que ahora los antivacunas se han despertado, la gente se dio cuenta de la gran farsa».
¿Por qué Miguel Bosé no dijo que era homosexual desde un principio?
Muchos han criticado, a lo largo de los años, que Miguel Bosé no anunciara que era homosexual hasta muchos años después de hacerse famoso. Ahora ha explicado por qué: «Me dicen que hubiera ayudado a mucha gente si lo hubiera dicho antes… Cada uno que mastique su chicle, yo bastante tenía con lo que tenía. No creo que estas cosas puedan guiar o ayudar a determinada gente, uno se siente cómodo o no se siente cómodo y tiene el derecho de decirlo o no. Uno, a veces, se sentía ahogado».
En su caso, además, cree que era implícito que era homosexual: «Mucha gente especulaba y quería que me expresara. Yo no estaba a gusto, en un primer momento, y después pensé que quizás no era necesario decirlo porque la gente sabía qué era yo sin la necesidad de decirlo porque mi actitud tenía un perfume inmenso«.
