Kate Middleton continúa inmersa en su tratamiento contra el cáncer. La princesa se mantiene recluida en casa acompañada en todo momento de su marido, Guillermo de Inglaterra, y los tres hijos que tienen en común. Las últimas informaciones dicen que es probable que el 14 de julio la volvamos a ver en público a la final de la Wimbledon, ni que sea unas horitas. Se había hablado mucho de su estado y las especulaciones eran incendiarias. Que acudiera al
Pues bien, que esté oculta en casa no impide que aparezcan diferentes informaciones sobre ella en la prensa británica. Desde la revista
Dicen que Kate está «desconsolada» y «decidida» a no enviarle al internado. La razón principal es que Kate se sintió horriblemente intimidada en el primero internado al que fue y no puede soportar la idea que su hijo sufra la misma situación. Su experiencia en Berkshire habría sido «traumática», hasta el punto que abandonó a mitad de curso: «Considera que enviarlo en un centro tan sofocante y de clase alta va en contra de todos sus esfuerzos para modernizar la monarquía«.

Kate Middleton y Guillermo, decididos a evitar que sus hijos sigan los pasos de Harry de Inglaterra
Hay un aspecto en el que sí que se pone de acuerdo el matrimonio. La situación familiar es muy complicada ahora que Carlos III y Kate tienen cáncer. No ayuda, está claro, que Harry de Inglaterra y Meghan Markle se hayan alejado y los estén criticando desde Estados Unidos. Es por eso que los futuros reyes británicos tienen claro que harán todo lo posible para que ninguno de sus hijos no acabe convertido en la futura oveja negra como ha pasado con el tío.
El

¿Su deseo? Que los dos niños pequeños puedan cumplir con los derechos constitucionales, pero que mantengan una identidad propia a la vez. El hijo mayor no tendrá más remedio porque está llamado a ser rey, pero no quieren que sus dos hermanos olviden su bienestar.