Las elecciones europeas ya están en marcha. Holanda fue la encargada de comenzar jueves la carrera electoral para escoger a sus nuevos eurodiputados para los próximos cinco años, un testigo que cogieron el viernes otros dos países del territorio como Irlanda y la República Checa y ayer sábado cuatro países más: Letonia, Malta, Eslovaquia e Italia. Este domingo 9 de junio ha sido el turno de los colegios electorales catalanes y de todo el estado español, que han abierto puntualmente a las nueve de la mañana.
Más de 5,7 millones de catalanes están llamados a las urnas en unos comicios con circunscripción única que se prevé con menos participación que el 2019, sobre todo teniendo en cuenta que, en menos de un mes, los catalanes vuelven a votar después de las elecciones catalanas del 12 de mayo.
Según los datos facilitados por la delegación española, este domingo se han desplegado casi 10.000 agentes en Cataluña, de los cuales la mitad serán Mossos d’Esquadra. Entre miembros de mesa, interventores, transmisores y agentes de seguridad, habrá unas 42.000 personas implicadas en el dispositivo electoral.
En cuanto al voto por correo, las peticiones en estos comicios se han reducido un 27,5% en Cataluña respecto al 2019. En una rueda de prensa el viernes, el delegado del gobierno español en Cataluña, Carlos Prieto, lo atribuyó a una previsible bajada general de la participación respecto a las últimas europeas, que coincidieron con los comicios municipales. «Es bastante habitual si miramos la serie histórica», apuntó.
El antecedente de participación del 2019
Hay que recordar que, dejando de lado las primeras elecciones que se celebraron con la entrada de España en la UE el 1987, el máximo histórico de participación en unos comicios europeos en Cataluña es del 2019. Estos comicios coincidieron con las municipales y, además, los dos grandes líderes del independentismo del momento, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, se presentaron a las europeas como un intento de llevar la causa catalana a Bruselas. Votaron casi 3.440.000 personas, un 60,93% del censo. Se superó incluso la media europea de participación (50,66%).