La disminución de la natalidad tiene un gran impacto en el sistema educativo catalán. Este lunes comenzará el nuevo curso escolar en todas las etapas obligatorias de la enseñanza -es decir, infantil, primaria y secundaria- con un descenso en el número de estudiantes matriculados en infantil, la cifra más baja del siglo. Según las cifras registradas por el Departamento de Educación, en manos de la consejera Esther Niubó, este año han obtenido 54.225 preinscripciones en la pública y concertada, lo que supone un 25% menos de matriculaciones que hace una década, cuando se registraron 72.293 niños. Estos datos son un reflejo de la baja sostenida de la natalidad, que registró el mínimo en tres décadas en 2022, cuando nacieron los que ahora se incorporan al sistema. Desde entonces, sin embargo, los nacimientos han continuado cayendo, lo que también permite reducir las ratios de alumnos en el aula.
Las cifras facilitadas por la consejería también muestran que dos de cada tres niños, un 67%, se escolarizarán en la pública. Estos datos, sin embargo, también indican un leve retroceso desde la pandemia de la Covid, momento en el que el 70% de los estudiantes estaban matriculados en escuelas públicas del país. Respecto a una generación atrás, sin embargo, los centros de titularidad pública han ido ganando peso en Cataluña, ya que al comienzo del siglo, la cifra se situaba en el 60%. Es decir, a pesar del leve retroceso de los últimos cinco años, la escuela pública continúa potenciándose dentro del sistema educativo catalán. Este curso habrá unos 2.000 alumnos menos en I3 que en 2024-25, pero la oferta final de líneas para este año es de 3.007, siete más que la campaña pasada. En detalle, la escuela pública tendrá 2.099 grupos, cinco más, mientras que la concertada tendrá 908, dos más. De la escuela privada aún no constan datos.
Bajada progresiva de las ratios
El descenso de la natalidad también ha permitido la reducción progresiva de las ratios de alumnos en el aula. A pesar de que se han cerrado algunos grupos clase de infantil, la baja de niños ha permitido reajustar las ratios. Por ejemplo, hace ocho cursos había 22 alumnos por aula de I3 en la pública, y ahora hay unos 17 de media (17,4), mientras que en la concertada contaban cerca de 23 en el curso 2017-18 y ahora han bajado de los 20 por primera vez (19,6). Una caída muy celebrada por la comunidad docente, que desde hace años reclama que es necesario reducir aún más las ratios para poder atender como se debe a los alumnos. Los datos también muestran que la disminución de la natalidad ha permitido ajustar más las ratios en los centros públicos que en los concertados, tanto en I3 como también en el conjunto del segundo ciclo de infantil (I3, I4 e I5). Justo antes de la pandemia, las ratios eran prácticamente iguales entre los 22 y 23 alumnos por aula, y ahora las medias son de 17,9 niños en la pública y de 20,4 en la concertada.