Mientras la derecha española saca pecho y se aferra a las palabras del discurso de la vigilia de Navidad de Felipe VI en el cual ha defendido con fuerza, como es habitual, la Constitución española del 1978, el independentismo que las palabras del monarca español están muy alejadas de la realidad que se vive en Cataluña. El secretario general de Junts, Jordi Turull, considera que el mensaje del rey de España es «irrelevante» y lo acusa de ser él mismo quien «fomenta la semilla de la discordia» con discursos como el que hizo el pasado 3 de octubre del 2017 donde denunció públicamente el proceso soberanista y el referéndum de autodeterminación.
Ante la tumba del 122.º presidente de la Generalitat, Francesc Macià, con motivo de la ofrenda floral por el 90.º cumpleaños de su muerte, Turull ha vuelto a exigir que el monarca pida perdón por las palabras del 2017 y lo acusa de carencia de «legitimidad moral» para pedir que no se fomente esta semilla cuando, a su parecer, fue él quien la fomentó con el parlamento que hizo hace seis años: «El Rey hace mucho de tiempo que ha renunciado a hacer de árbitro. Siempre actúa de parte de los afectos al régimen y solo cuando está en peligro aquello de l

Repetir el discurso puesto 1 de octubre
Por su parte, y en la misma línea que Turull, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, considera que el discurso de Navidad es una continuidad de las palabras puesto referéndum: «La mejor muestra de esto es que la derecha y la extrema derecha lo aplauden», apunta el jefe del ejecutivo catalán ante la tumba de Macià. En esta misma línea, la presidenta del Parlamento, Anna Erra, considera que el rey Felipe VI no «falla nunca» en la defensa de la unidad de España. A parecer de Erra era de esperar la apuesta del monarca por «la unidad», «la integridad de España» y la preservación de la Constitución. Pero del mismo modo, la presidenta de la cámara catalana cree que el discurso «no fue para todos los catalanes» y mostró la «lejanía de esta institución» con Cataluña.