Dura invectiva la carta que este martes le ha remitido la presidenta del Parlamento, Anna Erra, al presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJC), Jesús Marria Barrientos. Erre le reprocha en la misiva el «menosprecio» en la cámara catalana por su negativa de cambiar las fechas del juicio al presidente del grupo parlamentario de ERC, Josep Maria Jové. Erre le reclama que «encuentre una solución satisfactoria» en el problema planteado con el argumento que el Parlamento «representa el pueblo de Cataluña».
La carta, a la que ha tenido acceso El Món, nace a raíz de la decisión del pasado 12 de febrero de la sala de lo civil y penalti del (TSJC) contra la petición Jové de aplazar la vista oral de su juicio por el Primero de Octubre para evitar la coincidencia del juicio con las sesiones del pleno del Parlamento. El juicio está previsto que empiece el 10 de abril, que coincide con el inicio de la vista oral que se alargará, a pesar de que se ha previsto sesiones por la mañana y tarde para acabarlo antes de la tramitación y aprobación de la ley de amnistía.
Según aquella resolución, la condición de parlamentario y la coincidencia de las sesiones de pleno no son suficiente motivo para cambiar las fechas del calendario. En este sentido, recomiendan a Jové que apliquen la delegación de voto. Una petición que también formuló el teniente fiscal de la Fiscalía Superior de Cataluña, Pedro Ariche, en su escrito de valoración de la petición de Joven. De hecho, Ariche todavía subió más el tono y propuso la posibilidad que Jové renunciara al acta de diputado.
Contra el menysteniment
En su misiva Erra, alerta al TSJC que emprenderá las «acciones necesarias para garantizar sus derechos de representación política y los de los electores». Erra niega que la delegación de voto sea una herramienta pertinente como excusa para mantener las fechas del juicio, de hecho, muestra su «disconformidad». Así niega que uno de los motivos previstos para delegar el voto se dan en el caso de Joven. En este sentido, recuerda que el trabajo parlamentario de un jefe de grupo «va más allá que la simple emisión del voto». En la misma línea, la presidenta de la cámara recuerda que la tarea de Jové incluye la participación en los debates, el seguimiento y la negociación. «La delegación tiene que tener un carácter excepcional, como establece la doctrina constitucional», apunta Erre recuperando los argumentos que había expuesto Barrientos para negar el aplazamiento.
La presidenta del Parlamento afirma que «no es ocioso recordar» que Jové es el presidente del grupo que hace apoyo al Gobierno y «en consecuencia, el recurso a la delegación del voto no es suficiente para conciliar debidamente el derecho fundamental a la participación y a la representación política». «De una manera más general, considero que la decisión de la sala ningunea la posición institucional del Parlamento, el cual, de acuerdo con el artículo 55 del Estatuto de autonomía representa el pueblo de Cataluña y es la sede donde se expresa de manera preferente el pluralismo y se hace público el debate político», alerta Erra.
