El abogado Jordi Domingo se ha alzado en las elecciones internas del Consell de la República como el nuevo presidente de la entidad independentista. En una carta enviada a los inscritos, el presidente saliente, Carles Puigdemont, ha admitido que ha evitado posicionarse y tomar partido en ninguna candidatura para evitar que su opinión personal tuviera cualquier tipo de influencia en el proceso de renovación de la cúpula directiva de la entidad. «Cuando tomé la decisión de cesar al gobierno del consejo que presidía, y consecuentemente presentar mi dimisión, lo hice convencido de que debemos prepararlo para un nuevo ciclo, con nuevos liderazgos y con la mirada puesta más allá de la existencia de un exilio que, si España fuera una democracia plena, ni se habría tenido que producir, ni ahora tendría que existir», relata Puigdemont en la misiva.
Según detalla el presidente en el exilio en esta misma carta, durante la campaña electoral del Consell quiso dejar claro a todas las candidaturas que se presentaban a presidir la entidad que no les podía dar apoyo porque «no quería que ninguna opinión mía fuese interpretada como un condicionante para el futuro gobierno o como una tutela». Ahora, con las elecciones ya resueltas, y Jordi Domingo nombrado como el nuevo presidente de la entidad independentista, Puigdemont sí ha querido tender la mano al nuevo responsable del consejo: «Le agradezco el esfuerzo y la dedicación que sé que pondrá, que, por otra parte, ya le he visto poner en todas las ocasiones que hemos tenido la oportunidad de coincidir», apunta Puigdemont.

Una lanza a favor de Toni Comín
En esta misma carta, el presidente saliente de la entidad también ha querido romper una lanza a favor de quien fue su vicepresidente y que también se ha presentado para intentar liderar el consejo, Toni Comín. Puigdemont ha dejado claro que aprecia «de una manera especial» al dirigente juntaire, ya que han compartido durante los últimos años la «dureza» del exilio: «Los aprecio y los valoro a ambos [Jordi Domingo y Toni Comín]. En el caso de Toni, de una manera especial porque conozco lo que representa la dureza del exilio, a menudo banalizado por bien que hemos procurado no hablar demasiado de ello, y lo he visto trabajar de manera incansable tanto para el Consell como para el Parlamento Europeo; es decir, para defender la independencia de Cataluña en todos los frentes políticos que hemos tenido al alcance», argumenta el presidente en el exilio.