La visita de la casa real el próximo miércoles en Lloret de Mar por la celebración de la decimoquinta edición de los premios Fundación Princesa de Girona (FPdGi) ya empieza a calentar el ambiente de los movimientos antimonárquicos. La Coordinadora Antimonárquica de las comarcas gerundenses ha organizado una concentración para aquel mismo miércoles en el parque de autobuses de Lloret, a escasos metros del Palacio de Congresos de la Costa Brava, donde se celebrará la gala de la fundación borbónica. Este jueves, pero, el Departamento de Interior, en manos del consejero en funciones, Joan Ignasi Elena, les ha recomendado que modifiquen el itinerario previsto de la manifestación para evitar conflictos y problemas de movilidad -un hecho no muy habitual en la convocatoria de protestas. Una recomendación que desde la coordinadora han rechazado taxativamente, puesto que consideran que es un intento de evitar la manifestación: «Nos piden y asesoran que cambiemos el itinerario de la protesta, pero ya sabemos de qué va la película. Es un intento de echarnos», exclama el portavoz de la organización antimonárquica, Quim Tell, a El Món.
Desde la Coordinadora, tal como han reflejado en un comunicado enviado a la consejería de Interior, se niegan a capitular a las recomendaciones de los mandos policiales porque consideran que «ya les han vulnerado los derechos varias veces», tanto el derecho a «protesta» como el derecho a «la libertad de expresión», en las manifestaciones anteriores, como en la que se produjo en Caldes de Malavella el pasado 2023. Es por eso que, en respuesta, desde la Coordinadora Antimonárquica no solo no aceptan el cambio de ubicación de la protesta, sino que piden un cambio de ubicación de la celebración de la gala de premios de la FPdGi fuera del casco urbano de Lloret: «Bien lejos, puesto que son ellos los culpables de todos los problemas de movilidad que se originen el día 10 en el municipio, y no nosotros», espetan desde la coordinadora.

Un aviso para los Mossos
Desde la entidad antimonárquica también advierten que, en caso de que los cuerpos policiales actúen del mismo modo que en las manifestaciones pasadas -con fuertes cordones policiales- y vuelvan a «conculcar los derechos» de los concentrados, no los temblará el pulso y «serán denunciados vía judicial» por la «vulneración sistemática del derecho a protesta y de libertad de expresión». De hecho, consideran que es «una anomalía» que los mandos policiales recomienden modificar el recorrido de una protesta para evitar que se produzca: «Es una anomalía democrática por la cual tanto el independentismo, como los antimonárquicos, somos injustamente perseguidos por nuestra legítima y democrática lucha política«.
A banda, otro de los principales puntos que denuncian a través de un manifiesto es que durante la protesta de Caldes de Malavella, los agentes del cuerpo de los Mossos d’Esquadra blindaron el recinto donde se celebró la gala de premios de la fundación borbónica, cosa que los impidió poder realizar su acto de rechazo como estaba previsto: «Queremos transmitir nuestro malestar, por la actuación policial de la manifestación efectuada el año pasado en Caldes de Malavella, en que se valló el paso a los manifestantes aproximadamente a unos 1,5 km de distancia de donde se efectuaba el acto monárquico, vulnerando así el legítimo derecho de protesta, y a estas alturas no sé a quién atribuir este despropósito, si fue directamente el Departamento de Interior, los responsables policiales por cuenta propia o si a última hora fueron forzados por la misma casa Real a tomar estas represivas medidas», argumenta Quim Tell.