Renfe ha admitido que se ha producido un “error” con la publicidad electoral que ERC quería colocar en la estación de Cercanías de Badalona, pero ha negado un veto contra los republicanos. Después de la denuncia pública del partido, el operador ferroviario ha salido al paso de las críticas y ha asegurado que admitirán la publicidad electoral de los republicanos. Fuentes de Renfe han explicado que la “gestión de los espacios publicitarios se realiza a través de Globalmedia”, una empresa externa que se encarga de la contratación de los espacios publicitarios. “No se veta nadie”, defienden.
ERC se quejó este viernes que Renfe no les dejaba colocar sus carteles electorales en Badalona a pesar de que ya habían contratado y pagado una campaña. En un comunicado muy duro, los republicanos acusaban a Renfe de vetar sus anuncios electorales, hecho que supone un “agravio” respecto al resto de partidos, que sí habían podido poner su publicidad. Según el partido, hace unos días Globalmedia rechazó la campaña publicitaria en Badalona porque “no había sido aprobada por la Dirección de Cercanías”. La compañía insistió en que Renfe “no consideraba oportuno este tipo de publicidad política en los soportes que se ofrecen en las estaciones de tren”.
Renfe niega haber dado órdenes para prohibir la publicidad de ERC
Renfe ha negado cualquier directriz para rechazar campañas concretas. “Se ha cometido un error y, aunque Renfe no gestiona este contrato de espacios publicitarios, se admitirá esta campaña del mismo modo que se ha hecho con otras”, aseguran las mismas fuentes. El operador ferroviario sí reconoce que, “puntualmente”, puede haber algún problema con determinadas campañas porque los “espacios disponibles pueden sufrir modificaciones por obras o necesidades de servicio”, pero descarta que haya habido órdenes de prohibir la publicidad de ERC.
El partido de Oriol Junqueras había criticado que durante toda la semana diversas formaciones políticas habían podido poner sus carteles electorales en estaciones de Renfe de Terrassa, Cornellà de Llobregat o Molins de Rei. ERC insinuaba que el “veto” a su publicidad podía ser una “represalia” por la ofensiva de los republicanos en el Congreso y en el Parlamento por la “desastrosa gestión” de Cercanías.
