Las elecciones en el País Vasco cumplen la promesa de ser las más ajustadas de la historia. Euskal Herria Bildu y el Partido Nacionalista Vasco empatarían en este punto de la jornada a 27 escaños. Los jeltzale, justo es decir, ganarían en votos, pero no superarían en parlamentarios sus principales rivales soberanistas por la ventaja de los de Pello Otxandiano en Guipúzcoa y Álava. Con las actuales cifras, y a la espera de una medida definitiva, el Partido Socialista de Euskadi superaría los 10 escaños actuales, con 12. A su izquierda, Sumar y Elkarrekin Podemos confirman la derrota: con las cifras actuales, la formación de Díaz conseguiría un escaño, mientras que el partido lila quedaría fuera del hemiciclo.
El Partido Popular, por su parte, mejoraría los resultados del 2020, y escalaría hasta los 7 escaños. No conseguiría, pero, neutralizar la extrema derecha en Euskadi: con el 45% escrutado, Vox mantendría la representación con el único escaño que ya consiguieron ahora hace cuatro años. Con estos resultados, PNB y PSE estarían en condiciones de reeditar la mayoría absoluta que mantuvo Íñigo Urkullu a la Lehendakaritza después de los últimos comicios; en esta ocasión con Imanol Pradales como jefe del ejecutivo.

Batalla territorial
Euskal Herria Bildu, de este modo, ganaría en Guipúzcoa y Álava, mientras que el PNB mantendría su dominio sobre Vizcaya, demarcación que concentra la mayoría de la población del país. Hay que recordar que, a diferencia de los sistemas proporcionales que dominan el panorama electoral del Estado, Euskadi reparte sus 75 parlamentarios a partes iguales en los tres territorios que lo conforman, ignorando la balanza de población que primaria la región de la capital. En este caso, la formación de Imanol Pradales ganaría claramente alrededor de Bilbao, con 11 de los 25 escaños, por los 8 que aglutinarían los de Pello Otxandiano. En Guipúzcoa se cambiaría la tendencia, y EH Bildu ganaría las elecciones a la demarcación con 12 escaños, por los 9 de los nacionalistas. Finalmente, en el territorio histórico de Araba habría un empate absoluto, con ocho asientos por jefe. En conjunto, y ya cerca del 90% del escrutinio, el PNB perdería cuatro diputados y un 3% de los votos; mientras que EH Bildu ganaría seis parlamentarios. Uno más conseguirían tanto PSE como PP; mientras que Vox mantendría los resultados de hace cuatro años. La izquierda española, por su parte, perdería dos escaños al presentarse separada.
Los porcentajes de la ‘foto finish’
La participación, finalmente, se ha quedado por debajo del 63%. Las percepciones de los analistas de los principales medios vascos apuntaban que una afluencia relativamente baja a las urnas -hay que recordar que, en condiciones normales, unas elecciones en el parlamento vasco oscilan entre el 60 y el 80%- favorecería Euskal Herria Bildu; mientras que una cifra superior a los 70 punto sería positiva para los jeltzales. Respecto de las últimas elecciones normalizadas, las del 2016 -hay que recordar que el 2020 se votó en plena pandemia- los nacionalistas habrían perdido unos 30.000 votos; mientras que tanto EH Bildu como el PSE mejorarían tanto en voto absoluto como en porcentaje de sufragios. Los abertzales cierran la jornada cerca del 32,5% de los votos emitidos, alrededor de los 330.000; mientras que los socialistas se acercan a los 145.000 votos, poco más de un 14%. El Partido Popular llega al final de las elecciones con un escaño más y más del 9%. Sumar, finalmente, supera por la mínima el 3%, mientras que Vox se queda con los mismos escaños que la izquierda confederal, pero con un escaso 2,03%.