La Diada de este 2025 ha comenzado como marca la tradición temprano en la mañana con las ofrendas al monumento de Rafael Casanova. Los más madrugadores en acudir a la intersección entre la calle Ali Bei y la ronda de Sant Pere han sido los Mossos d’Esquadra, encabezados por la consejera de Interior, Núria Parlon, y el director general de la policía catalana, Josep Lluís Trapero. Poco después, se presentó frente al homenaje a quien fue consejero en jefe de Barcelona durante la guerra de Sucesión el presidente Salvador Illa, acompañado por buena parte de su ejecutivo.
Tras las ofrendas, la portavoz del Gobierno, Sílvia Paneque, se dirigió a los medios de comunicación presentes en el lugar para enviar un mensaje a favor de la cohesión y la convivencia como motores para poder «avanzar». «Ningún proyecto nacional es sólido si deja a alguien atrás […] Cataluña debe ser tierra de acogida y de respeto», ha remarcado Paneque, que ha reivindicado la importancia de los «valores compartidos» y la necesidad de amarlos para hacerlos perdurar. «No matemos la ilusión, mantengamos vivo el nervio nacional y civil que nos ha hecho avanzar como país«, ha insistido.
En su intervención ante los medios, la portavoz del ejecutivo catalán también ha querido reivindicar el papel de la lengua en la «cohesión» del país y ha puesto en valor la preservación de la democracia y la «credibilidad» de las instituciones. También ha añadido que Cataluña «merece ser gobernada con sensatez, ambición, consenso y eficacia».

Tiempo de «reencuentro» político y social
En la misma línea que Paneque se ha pronunciado la portavoz del PSC, Lluïsa Moret, quien defendió que la Diada sea «de todos y para todos» en una Cataluña «de todos y para todos». También en una atención a los medios, Moret ha reivindicado la lengua catalana como «uno de los pilares que identifican y singularizan la identidad del país» y ha asegurado que son tiempos de «reencuentro entre instituciones, entre organizaciones y entre la sociedad». «Defendemos una Cataluña que evite el discurso de la confrontación y el odio que divide y debilita y que apueste por impulsar la prosperidad y el dinamismo», ha dicho.