El papa Francisco ha sido ingresado este miércoles en un hospital de Roma dónde será operado porque tiene riesgo de sufrir una obstrucción intestinal. Según ha informado el Vaticano, el pontífice será intervenido a primera hora de la tarde para tratarse una hernia incisional a través de una laparotomía y una cirugía plástica de la pared abdominal con prótesis bajo anestesia general. «La estancia en el centro sanitario durará varios días para permitir tener un curso postoperatorio normal y una recuperación funcional completa”, ha explicado la Oficina de Prensa de la Santa Sede a través de un comunicado.
El pontífice fue martes en el Hospital Universitario Agostino Gemelli, el mismo donde se operó el 2021, para hacerse unos controles médicos previos a la intervención y está previsto que se quede ingresado unos días para recuperarse de la intervención. «La operación, concertada en los últimos días por el equipo médico que asiste al Santo Padre, se hizo necesaria a causa de una laparocela encapsulada que le está provocando síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos y que empeoran”.
El papa Francisco fue ingresado durante unos días en abril
No hace ni dos meses que el papa Francisco estuvo ingresado durante unos días en el hospital por una bronquitis infecciosa. El pontífice, que también sufría problemas cardíacos, fue trasladado en ambulancia al centro médico. Después de una audiencia general que se celebró en la plaza de San Pedro del Vaticano, y cuando ya se encontraba en la residencia de la Casa Santa Marta, el papa Francisco empezó a sentir dolor en el pecho. Los médicos consideraron que su estado de salud no era “preocupante”, pero decidieron cancelar varias audiencias públicas por precaución.
Cuatro días después recibió el alta. Una multitud de personas lo fue a recibir y, ante ellas, exclamó: “Sigo vivo!” Durante su estancia en el hospital, el pontífice se dedicó a visitar niños ingresados, a los cuales llevó regalos, e incluso bautizó a un bebé acabado de nacer.
