Com si fos ahir no deja de dar sorpresas, incluso fuera de la serie. Y una de estas es una obra teatral en la que se luce uno de los actores de la ficción de TV3, Dafnis Balduz, el Domènec Bolaños de la octava temporada.
No somos nadie para discutir el magisterio de dos grandes damas del teatro catalán actual, Emma Vilarassau y Marta Marco. Por eso la obra que interpretan en La Villarroel, Un matrimoni de Boston, tiene el protagonismo que tiene. El cartel que anuncia el montaje de Josep Maria Mestres de la obra de David Mamet –coincidiendo en el tiempo con una impagable versión de Glengarry Glen Ross dirigida por Àlex Rigola– tiene todo el protagonismo en la fachada de la sala. Pero esto no significa que no sea un poco injusto para una de las joyas del otoño teatral de Barcelona, medio oculta. Hay que llegar hasta la boca del vestíbulo de La Villarroel para ver, en un lateral, el cartel de Pols de diamant, la pieza que, con solo dos actores y un escenario casi desnudo, es capaz de llenar la sala un domingo a las 12 horas del mediodía.
Todos los papeles del auca que hace Dafnis Balduz, actor de la octava temporada de la serie de TV3
A pocos metros de la grada del público, estalla el talento de dos actores que hemos visto en series de TV3, el joven Albert Salazar –que los espectadores de TV3 recordarán como joven cocinero de La Riera en el año 2016– y Balduz. Ambos se comen el escenario, pero lo que hace Balduz no es ni medio normal. El actor de Vilanova i la Geltrú, que parece más joven de lo que es –¿de verdad le pondrías 41?–, interpreta un puñado de personajes por los cuales transita sin ni siquiera cambiarse de ropa, solo jugando con la voz y el lenguaje corporal: es decir, con sus dotes actorales trabajadas con años de esfuerzo. Hace, principalmente, de Aleix, la pareja de Dani (Salazar), pero también de policía, de periodista sensacionalista, de cliente agresor de Dani y de autor teatral que acaba escuchando la historia del protagonista para convertirla en lo que los espectadores ven.
Este último momento, ya próximo al final, vuelve al metateatro con el que los dos actores abren la función, dirigiéndose al público directamente en lo que representa una discusión entre ellos. No se ponen de acuerdo sobre cómo explicar el preámbulo que les ha pedido que hagan el autor, que no queda claro si es el real, Pau Coya, o uno imaginario. No queda claro –ni hace falta– dónde está el límite entre la realidad y la ficción. Porque lo que quiere Pols de diamant es explorar los límites entre la verdad y la mentira en una obra sobre una agresión LGTBI, unos hechos que ocurrieron pero que no fueron como se dijo inicialmente que habían sido.
Lo que se verá de Bolaños esta semana en ‘Com si fos ahir’
Así es como se puede apreciar lo que es capaz de hacer Balduz, que los seguidores de Com si fos ahir ya conocen de sobra. Saben todo lo que es capaz de hacer solo con su expresión facial. La curiosa competencia que Bolaños como profesor de instituto tiene con Quique (Biel Duran), que es su jefe de estudios y con quien finge ser amigo para interferir continuamente en su vida, da a Balduz muchas ocasiones de lucir lo que es capaz de hacer. El personaje, un maestro de la manipulación y el engaño, un narcisista envidioso que quiere todo el protagonismo para él y que demuestra tener poca empatía con los alumnos, tiene aún mucho recorrido en la serie de TV3.

Por ejemplo, sin hacer ningún spoiler, ya podemos avanzar que este lunes Bolaños volverá a hacerle una jugada sucia a Quique. Y la víctima propiciatoria será su hijo, Adrià (Bru Martínez), alumno de Bolaños. El chico entrega un trabajo con unas horas de retraso al profesor, que se muestra inflexible y le dice que no le acepta el trabajo. Y, el miércoles, la tensión en aumento entre Bolaños y Quique volverá a aparecer, esta vez con Cèlia (Sara Espígul), su pareja, de por medio. Una trama que crece y que dará muchas tardes de gloria y mal humor.