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Eduardo Senante, farmacéutico: «así debes usar la Nivea azul a los 50 para reducir arrugas»

En este estándar encontramos la crema Nivea, la de la lata azul, la de toda la vida. Fue creada en 1911 por un equipo profesional de farmacéuticos y químicos, que lograron marcar pauta en hidratación para la época, y hasta hoy su fórmula mantiene la esencia y se vende casi en todo el mundo.

Pero, ¿qué hace esta crema para seguir siendo un éxito de ventas durante todos estos años? El farmacéutico Eduardo Senante nos explica que hay varias razones que nos motivan a seguir teniéndola en nuestro tocador o en el armario del baño.

Un hidratante de primer nivel

Alrededor de la crema Nivea Azul se han generado varios mitos. Las redes sociales han sido una pantalla de divulgación de muchos consejos y rutinas de skincare donde es la protagonista. No obstante, Senante nos dice que, efectivamente, puede ser una gran aliada para reducir arrugas, a partir de los 50 años.

A esta edad la piel demanda más. Más hidratación, más cuidado y más atención. Y la crema Nivea es un básico de confianza al que, posiblemente, no le estás sacando el máximo provecho.

“No se trata de milagros, sino de constancia”, sentencia el farmacéutico. Pero puede marcar una gran diferencia si se aplica de la manera correcta y en el momento adecuado del día.

A esta edad, la producción natural de colágeno y elastina disminuye, la textura de la piel se vuelve más áspera y se marcan con claridad las líneas de expresión. A esto se suma la tendencia a una mayor sequedad, lo que hace que una buena hidratación sea fundamental.

La fórmula de esta crema es rica y densa. Desempeña un papel vital en el cuidado de la piel que es actuar como una barrera protectora que evita la pérdida de agua y mantiene la piel más flexible. Es como una especie de escudo que atrapa la humedad y mejora la sensación de confort y suavidad desde la primera vez que la aplicamos.

Aunque no se trata de sustituir un tratamiento antiedad con activos y componentes más potentes, sí mejora el estado general de la piel. La prepara para que otros productos actúen y se absorban mejor y, además, ayuda a que la piel se vea más suave y nutrida.

Cómo aplicar la Nivea azul para que funcione realmente

Según Senante, la clave de su efectividad está en cómo y cuándo usarla. Hay una manera correcta de hacerlo para que la piel aproveche al máximo todas sus ventajas. Te dejamos una breve guía.

Después de limpiar el rostro, aplica la crema con la piel aún con un poco de humedad. Esto ayuda a retener mejor el agua y a que la hidratación sea más duradera.

Usa poca cantidad en zonas clave. No es necesario cubrir todo el rostro con una capa densa. Puedes aplicar una pequeña cantidad en las zonas que presentan más sequedad como la frente, el contorno de los labios, el cuello y las mejillas.

Dedica un minuto a realizar un masaje con movimientos suaves y ascendentes. Esto permite que la fórmula penetre mejor y, además, estimula la circulación y el tono de los músculos faciales.

¿A qué hora me la pongo?

Es ideal usarla por la noche. Aplícala antes de ir a dormir para que actúe durante horas sin que se interrumpa su acción. Se aprovecha mejor el momento en que la piel se regenera de forma natural.

Durante el día también la puedes usar, pero con algunos matices. Si tienes la piel muy seca, puede ser el escudo perfecto contra el frío y el viento. Pero, en las pieles mixtas o grasas puede resultar un poco pesada para llevar debajo del maquillaje o en climas cálidos. En estos casos, es más conveniente usarla en momentos específicos o como máscara.

Qué resultados veremos con el uso de la Nivea Azul

No esperes que el uso de esta crema borre las arrugas profundas. Pero sí se consigue una piel más hidratada, luminosa y con textura más uniforme. Funciona bien para suavizar pequeñas líneas de expresión y recuperar esa sensación de piel fresca que se va perdiendo con los años.

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