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Trilla apunta a un error humano como principal hipótesis del brote de peste porcina

El jefe de servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic, Antoni Trilla, ha señalado a un error humano como principal hipótesis del origen del brote de peste porcina africana que se ha declarado en Cerdanyola del Vallès. “¿Qué suele fallar? Las personas”, ha dicho Trilla en una entrevista en RAC1. “Los protocolos están para minimizar el riesgo del factor humano”, pero ha recordado que el “riesgo cero no existe” y tampoco descarta que se pueda tratar de un acto deliberado, aunque cree que la posibilidad es muy remota. Ahora mismo, el sospechoso número uno es el Centro de Investigación en Sanidad Animal (IRTA-CReSA), que tiene sus instalaciones a unos 800 metros del origen del brote y es el único laboratorio de Cataluña que tiene suficiente nivel de bioseguridad para trabajar con el virus completo.

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, anunció este sábado que había encargado al mismo IRTA una auditoría de las instalaciones y una revisión de los protocolos de hasta cinco centros de investigación o laboratorios que trabajan con el virus de la peste porcina. “No lo investigarán solos”, ha enfatizado Trilla. De hecho, la Generalitat ya informó que el comité estaría asesorado por expertos del Ministerio de Agricultura y de la Comisión Europea, lo que garantiza su independencia. El epidemiólogo también ha reclamado al Gobierno que aclare cuáles son los centros afectados por la auditoría. “No acaba de quedar claro”, dice Trilla. “Quizás son centros que trabajan con material del virus, como una proteína, pero no con el virus en sí mismo. ¿Esto puede provocar un brote de peste porcina? En teoría no”.

Los cazadores muestran un ejemplar de jabalí que han abatido / ACN

La investigación afectará un máximo de cinco instalaciones que, entre ellas el IRTA, impulsan líneas de investigación que pueden estar vinculadas con el virus, explican fuentes del Gobierno sin concretar más. El anuncio se produjo después de que el Ministerio de Agricultura informara que el virus encontrado en los jabalíes muertos se asemeja mucho al que se utiliza en investigaciones como las que hace el IRTA-CReSA. El jefe de servicio de Epidemiología del Clínic ha explicado que antes de dar por buena la teoría de una fuga del laboratorio hay que analizar las muestras del virus que usan en Bellaterra para confirmar que la secuenciación del virus del centro coincide con la de los jabalíes muertos. “Se debe establecer un análisis genético muy preciso”, dice Trilla. Desde la Generalitat también quieren ser prudentes. «No podemos descartar nada y por un criterio mínimo de prudencia hacemos una auditoría de instalaciones y revisión de protocolos«, defendió Illa.

¿Cómo pudo escapar el virus de un laboratorio tan seguro?

El IRTA-CReSA es uno de los tres laboratorios de todo el estado español que cuenta con un nivel 3 de bioseguridad, lo cual significa que los protocolos son muy “estrictos” precisamente para evitar fugas. “En el laboratorio no entra ni sale nada que no esté controlado, incinerado y desinfectado, incluso las aguas residuales”, explica Trilla. “Tiene un nivel de biocontención muy alto pensado y certificado para poder trabajar con este tipo de virus con la máxima garantía de seguridad”. La auditoría encargada por la Generalitat debe permitir detectar posibles errores en el protocolo, tanto si finalmente se confirma que el virus ha salido de allí como si no. En cualquier caso, la investigación permitirá mejorar las medidas de seguridad en unas instalaciones “de alta seguridad”. Lo más importante es que el grupo de expertos pueda acceder a todas partes para realizar la investigación, ya que será la única manera de determinar dónde se ha producido el error.

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