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Los agricultores cifran las pérdidas por la peste porcina en 24 millones semanales

El agujero que la crisis de la peste porcina africana (PPA) está dejando en las cuentas de la cadena alimentaria catalana se hace cada vez más grande. Según cálculos de las agrupaciones Unió de Pagesos y Asaja, las restricciones comerciales debido a la enfermedad están provocando pérdidas de unos 24 millones de euros semanales en todo el Estado. Ante esta sangría, las entidades agrícolas reprochan al Gobierno las cantidades de las ayudas anunciadas -unos 10 millones en primera instancia, ampliables hasta 20- que consideran «insuficientes». El responsable del sector porcino de Unió de Pagesos, Rossend Santiveri, ha asegurado a la salida de una reunión con el ejecutivo en el Palau de la Generalitat que «continuarán insistiendo con la habilitación de nuevas subvenciones basadas en las necesidades del sector«.

El presidente de Asaja en Cataluña, Pere Roqué, también alerta que los 10 millones en ayudas son «limitados», aunque los da la bienvenida. Ha recordado también la propuesta del gobierno español que ha puesto sobre la mesa una nueva línea de créditos ICO, similares a los que sirvieron para tapar las grietas de muchas empresas durante la pandemia. Unas concesiones que «no son ayudas a fondo perdido, se deben devolver».

Sacrificar jabalíes «sí o sí»

Vista la magnitud de la crisis empresarial, Roqué ha presionado a las autoridades para que emprendan un sacrificio a gran escala de jabalíes. «Se deben matar sí o sí», ha insistido el presidente, quien ha llamado a «no perder ni una granja por culpa del jabalí». «Lo siento y sé que hay muchas entidades animalistas sobre nosotros», ha argumentado. No es, sin embargo, el tejido ecologista el que censura este tipo de propuestas. Los técnicos de la Unión Europea insisten en que la estrategia correcta respecto a los jabalíes dentro del perímetro afectado por la enfermedad es «dejarlos morir tranquilos». Con un proyecto de sacrificio como el que reclama Roqué, razonan las autoridades comunitarias, habría riesgos de asustar a los animales y forzarlos a huir hacia zonas que, por ahora, no están infectadas; contribuyendo aún más a la expansión de la peste.

Tractores de Unió de Pagesos en su protesta en Sant Sadurní d'Anoia / Unió de Pagesos
Tractores de Unió de Pagesos en su protesta en Sant Sadurní d’Anoia / Unió de Pagesos

Santiveri, en contra de las demandas de Roqué, ha celebrado «la rapidez de la actuación de todos» en la contención del foco. En este sentido, Unió de Pagesos hace un «balance positivo» del comportamiento de las autoridades en esta primera semana y media de crisis. En adelante, sostiene, «el trabajo debe concentrarse en dar el máximo apoyo al sector y reabrir todos los mercados posibles al exterior». Sí considera que hay que reducir la población de jabalíes «drásticamente» en el Principado, para «evitar sustos en el futuro». «Cuanta menos fauna salvaje tengamos, menos riesgo habrá», ha concluido el representante de UP.

Primera actividad para los mataderos

Unos 10 días después de haber detectado el primer foco, los mataderos ya han comenzado a recibir cerdos provenientes de las granjas dentro del círculo de 20 kilómetros alrededor de Collserola. La industria ha dejado entrar más de 35.000 animales, que irán íntegramente dirigidos al consumo interno, ya que «no se pueden exportar». En palabras del consejero de Agricultura, Òscar Ordeig, el traslado del ganado debe hacerse «de manera programada», para evitar posibles problemas. En cuanto a las críticas de los agricultores a los montos de las ayudas públicas, Ordeig ha recordado que el Gobierno ha activado también una línea de créditos del Instituto Catalán de Finanzas por valor de 50 millones de euros, que complementarán los entre 10 y 20 que se movilizarán en forma de asistencia directa. También ha pedido al sector «más tiempo» para evaluar el impacto de la PPA y actuar en consecuencia.

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