España es el segundo mayor importador de calamar y sepia del mundo de la zona conocida como la Milla 201 y el principal punto de entrada a la Unión Europea de calamar argentino (‘Illex argentinus’), piedra angular del ecosistema y la economía del Atlántico sudoccidental, según un estudio de la Environmental Justice Foundation (EJF).
Señala que la explotación industrial está llevando a esta especie clave al borde del colapso, al mismo tiempo que expone a las tripulaciones a graves abusos laborales y de derechos humanos.

Expone que, cada año, con la migración de calamar argentino, cientos de barcos pesqueros de alta mar saquean las poblaciones de esta especie en la Milla 201. El calamar de pesquerías no reguladas del Atlántico sudoccidental (‘pota argentina’) llega a España a través de los puertos de Valencia, Bilbao, Vigo, Algeciras y Barcelona, y se destina tanto al consumo doméstico como a la reexportación a la Unión Europea. El 1 de septiembre, EJF desplegaba una lona de 350 m² en el centro de Madrid para incrementar la notoriedad de la campaña y subrayar el vínculo entre la importación de calamar y los abusos en el mar.

La investigación plurianual de EJF incluye 169 entrevistas con tripulantes indonesios y filipinos a bordo de barcos poteros, resultados del monitoreo en el mar de las flotas de aguas distantes en la Milla 201 junto con la Guardia Costera argentina, y el análisis de imágenes por satélite de una flota tan extensa que es visible desde el espacio. Las pruebas revelan violaciones de derechos humanos y casos de trabajo forzoso: violencia física, intimidación, jornadas laborales excesivas y deducciones salariales ilegales. Casi dos tercios de los barcos poteros chinos estuvieron vinculados a muertes o agresiones físicas a bordo. La tripulación también describió prácticas de pesca ilegal, como el aleteo de tiburón o la ocultación de la identificación de los barcos y la matanza deliberada de mamíferos como los lobos marinos sudamericanos.

Entre 2019 y 2024, las horas de pesca en la región de la flota potera china aumentaron un 85%, incluso cuando las capturas mostraban señales alarmantes de disminución. En contraste, alrededor de 30 de arrastre españoles también operan en el Atlántico sudoccidental, bajo estricta normativa de la UE y nacional, con observadores a bordo y planes de gestión aprobados por las autoridades. La entrada de productos procedentes de pesquerías no reguladas en España genera una competencia desleal para estos barcos.

Como el segundo mayor importador de calamar y sepia del mundo y el principal punto de entrada a la Unión Europea, España tiene un rol fundamental que ejercer en el impulso de la transparencia y la sostenibilidad en el comercio mundial de productos del mar. La investigación de EJF remarca que España no solo está expuesta a estos productos de alto riesgo, sino que también tiene la responsabilidad y la oportunidad de liderar la respuesta internacional en relación con la sobrepesca, las prácticas ilegales y la esclavitud moderna en alta mar.

ESPAÑA

EJF ha llamado a España a actuar con urgencia revisando y reforzando los controles de importación de calamar, con foco en especies vinculadas a pesquerías no reguladas y aplicando; ampliando los criterios de verificación de riesgos del reglamento europeo contra la pesca INDNR (Ilegal, No Declarada y No Reglamentada) en coordinación con la Comisión Europea y aumentando las solicitudes de verificación, inspecciones y pesquisas de los envíos de calamar en los casos en que existan altos riesgos de pesca ilegal o trabajo forzoso.

También ha instado al Gobierno a prevenir el “control shopping” en la UE; reforzar la cooperación operativa entre las autoridades de control españolas y los barcos con bandera española que operan en el Atlántico sudoccidental y mejorar la transparencia y la rendición de cuentas de las actividades de pesca de calamar, incluso mediante la adhesión y la implementación de la Carta Mundial para la Transparencia de la Pesca.

“España no puede continuar siendo puerta de entrada de productos del mar vinculados a abusos laborales, sobrepesca y prácticas pesqueras ilegales” ha afirmado Jesús Urios Culiañez, responsable de políticas oceánicas en EJF en la presentación a medios de la investigación. “Hacemos un llamado al gobierno español para que refuerce los controles de importación, comenzando por el calamar argentino, implemente con agilidad los principios de la Carta Mundial para la Transparencia de la Pesca y utilice su posición estratégica dentro de la UE para impulsar un cambio más amplio en el plano internacional. Se trata de derechos humanos, sostenibilidad y competencia justa para nuestra flota.”

Por su parte, Steve Trent, CEO y fundador de la Environmental Justice Foundation, ha señalado que “sin medidas urgentes, nos acercamos al desastre”. “La sobrepesca y la crisis climática están añadiendo una enorme presión a esta especie clave mientras que los responsables, mayoritariamente procedentes de China, cometen abusos de derechos humanos con impunidad. Un colapso podría suceder con mucha rapidez, generando un impacto en cadena en la vida marina. Los gobiernos deben actuar ahora para añadir regulación, transparencia y responsabilidad a esta pesca sin ley.”

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